Uno de los clamores más escuchados por la Defensoría del Pueblo, que visitó esta semana las comunidades chocoanas de Nuquí, Triganá, Juradó, Bahía Solano y Quibdó, es que los grupos armados dejen por fuera del conflicto a los menores de edad, en especial a los de las comunidades indígenas que, según sus líderes, son más vulnerables por la lejanía de sus territorios.

Por esta razón, el defensor del pueblo, Carlos Alfonso Negret, hizo un llamado a los actores armados para que eliminen esta práctica proscrita por el Derecho Internacional Humanitario, DIH, pero en especial al Eln para que se pueda iniciar un camino a una mesa de negociación.

“Un acuerdo humanitario es muy importante siempre y cuando el Eln deje de reclutar niños, de secuestrar, de extorsionar y sembrar minas antipersona”, expresó Negret, quien añadió que los niños de Colombia deben tener en sus manos lápices y cuadernos y no armas.

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El llamado del defensor se hizo extensivo a otros de los grupos con presencia en esta región como lo son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Agc, quienes según el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, general Fredy Marlon Coy Villamil, son utilizados para diferentes actividades, entre ellas, el cobro de extorsiones.

“A estos niños los llevan algunos con engaños para luego someterlos, pero desde que van llegando ya van aburridos porque combatir los pone en una situación muy difícil”, expresó el alto mando militar.

Por su parte, Negret insistió en educación de calidad para los jóvenes como una forma de prevenir que terminen en las filas de los grupos armados, pero lamentó que a su visita en Quibdó no hayan asistido ni el alcalde de la capital chocoana ni el gobernador del departamento.