Diferentes organizaciones indígenas y colectivos feministas denunciaron, desde el pasado sábado, 7 de septiembre, que cinco mujeres de la etnia Emberá, entre ellas cuatro menores de edad, fueron secuestradas por el Clan del Golfo en “la comunidad de Punto Viejo, ubicada en la quebrada Tocasina, que desemboca los ríos Dubasa y Baudó”, en el departamento del Chocó.
De acuerdo con un comunicado compartido por líderes comunitarios en redes sociales, “siendo las 4 de la tarde llegaron miembros de los paramilitares intimidando y amenazando a sus habitantes, se pusieron a consumir bebidas alcohólicas, obligando a las mujeres de la comunidad a bailar de manera forzada”.
Temiendo abusos por parte de los hombres armados, en horas de la noche la mayoría de mujeres huyeron, pero cinco de ellas no lograron escapar y fueron retenidas por los miembros de esta organización criminal. Hasta el momento, no se conocen noticias sobre la condición en que se encuentran.
El comunicado, firmado por la Comunidad embera Punto Viejo, río Dubaza, identifica a las mujeres secuestradas por el Clan del Golfo: Merina Forastero Isarama, de 14 años; Yamilda Forastero Isarama, de 18 años; Enerita Forastero, de 14 años; Clara Chamorro Morroco, de 19 años; y Yorleydi Chamorro Morroco, de 15 años.
Desde el domingo, 8 de septiembre, se difundió el comunicado, en el que esta comunidad pide “a los organismos de derechos humanos, medios de comunicación y a las autoridades atención inmediata, para que actúen ante estos graves hechos que atentan con la vida, la dignidad de la mujer y el bienestar del pueblo Emberá”.
Por su parte, un colectivo de organizaciones de mujeres y feministas, se pronunciaron “sobre la grave situación humanitaria que afecta cada vez más a la población civil en el territorio nacional”.
En comunicado compartido en redes sociales, indicaron que desde el 8 de mayo, la Defensoría del Pueblo “alertó que las mujeres que reclaman ayudas humanitarias y recursos de la indemnización que les corresponde por ser víctimas del conflicto armado en las comunidades Río Uva, Nuevo Olivo, Villa Alta, Tawua, Salinas, Charco Gallo, Alto Río Bojayá, Chanú, Unión Chocó, Usaraga, Playa Blanca y Mojaudo son objeto de extorsión, acoso sexual y ultrajes. Nos manifestaron que quieren suicidarse, que no soportan más la degradación a la que están siendo sometidas. Si llegan a hablar sobre lo sucedido, sus vidas corren peligro. Tienen temor”, señala el documento.
Aún no hay pronunciamiento de las autoridades respecto a estas denuncias.