Que un libro del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh) que cuenta las masacres y los diferentes crímenes de lesa humanidad cometidos por las Farc y el ELN se haya perdido de un cambio de administración a otra no es normal, especialmente, cuando la labor del centro preservar la memoria del conflicto armado y garantizar la verdad para la reparación integral y para conocer la realidad de lo ocurrido.
Este libro estaba listo para su impresión y publicación en 2022 cuando Darío Acevedo, quien estuvo al frente del Cnmh durante el Gobierno de Iván Duque, pero de acuerdo con la información revelada por la revista Semana, este fue censurado por la administración Gustavo Petro.
“Este libro se inició en 2021 y se firmó un contrato con tres historiadores para hacer una compilación de los más graves delitos cometidos por las Farc y el ELN, ese texto se sometió a una serie de ajustes y correcciones que fueron solicitadas por los jurados externos que se nombraron para este caso y son personas que no conocen a los autores. Se hicieron los cambios solicitados, por lo que se llegó a la conclusión de que ya estaba aprobado y en julio de 2022 se llevó a la Imprenta Nacional”, le dijo Acevedo al medio de comunicación mencionado.
Al ver que la publicación no se efectuaba, envió un derecho de petición al Cnmh, donde le dijeron que esta fue frenada porque el nuevo Gobierno considera que ese texto no contribuía a la reconstrucción de la memoria histórica. “Se decidió no aprobar su publicación en razón de evidentes falencias y del no cumplimiento de los requerimientos exigidos por el Cnmh”, respondió la nueva directora de la entidad, María Gaitán.
Según Acevedo, lejos de ser así, ya que el texto cumplió con todos los parámetros de revisión, esa decisión tuvo que ver más con que al nuevo Gobierno no le gustó el contenido del libro.
“Es censura porque dicen que se omite el tema paramilitar, pero las víctimas de las Farc y del ELN son miles y merecen una verdad. Creo que lo censuraron por el contenido, aunque no lo reconocen como tal. Intentan disfrazar todo con el tema académico”, comentó.
Y defendió: “Un libro es un insumo que busca un acercamiento, no es una verdad dicha y es objeto de estudio que puede ser debatido”.