Gremios azucareros, empresarios y comunidades afrodescendientes denunciaron que indígenas se han apoderado de más de 8.000 hectáreas de tierra de propiedades privadas en el norte del Cauca, durante los últimos cinco años.
“Hoy, sin temor a equivocarme, puedo decir que los mayores acaparadores e invasores de tierra son los indígenas del Cric”, dijo a Semana el dueño de una de las fincas aledañas a la vereda El Tetillo, zona rural de Guachené, norte del Cauca.
Cabe recordar que desde hace años, el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) ha comenzado a realizar lo que califican como una “liberación de la madre tierra”. Según la comunidad indígena, se inició con esta toma de tierras, pues para ellos los predios, donde se cultiva caña de azúcar, históricamente les pertenecen.
Primero, comenzaron a invadir grandes haciendas, parcelaciones medianas, y ahora se han registrado, en varias ocasiones, confrontaciones entre las comunidades indígenas y afrodescendientes. Estos últimos ya han denunciado sentirse amenazados por los miembros del Cric.
“Hasta hace un tiempo, las invasiones se controlaban un poco más, hoy ni con orden judicial se han logrado restablecer los predios. Nos sentimos muy desprotegidos, a la deriva, sin saber qué hacer o cómo defendernos. Los indígenas llegan a las fincas en manada, empiezan a cortar y quemar la caña, luego hacen campamentos y se quedan ahí”, dijo un hacendado desterrado por el Cric, en diálogo con Semana.
Sin embargo, esta situación ha escalado. Según Asocaña, ya han asesinado este año a tres trabajadores de caña, dos en la vereda El Tetillo y uno en el municipio de Miranda. Además, resultaron heridos ocho trabajadores, mientras que tres fueron secuestrados y liberados horas después.
Los trabajadores habían sido secuestrados en la mañana del martes 13 de junio, mientras ejercían su labor y fueron liberados horas después; sin embargo, les robaron su vehículo y dotación del trabajo.
“Nuevamente, hacemos un llamado sentido al Gobierno nacional para que tome acciones urgentes en esta región. Las agresiones son permanentes contra nuestros trabajadores, no podemos dejar que los violentos nos ganen el pulso y desestabilicen esta región”, dijo Claudia Calero, presidenta de la Asocaña.
Y añadió: “Quiero insistir que no existen garantías para trabajadores de nuestra agroindustria, al trabajo, a la vida, a la movilidad y propiedad privada, hemos venido insistiendo al Gobierno Nacional que tome cartas en el asunto y que haga acciones contundentes en la región”.
Lamentablemente, las confrontaciones entre los indígenas, trabajadores de caña y comunidades afrodescendientes han escalado. De hecho, aunque al principio de este año hubo una mesa de negociación para la no agresión, la semana pasada se reportaron nuevas invasiones en zonas rurales de los municipios de Caloto, Corinto y Miranda.
Estas invasiones, según Asocaña, se “mantiene desde hace seis días en tres predios del municipio de Miranda, pese a los llamados insistentes que hemos hecho a las autoridades en diferentes instancias”.
Asocaña hizo una denuncia en un documento: “Desde el miércoles pasado se registran intimidaciones a los trabajadores, destrucción de cultivos y construcción de cambuches en predios que nunca habían sido invadidos, así como afectación a la movilidad de las comunidades aledañas (...) hechos que condenamos rotundamente y que, además, van en contravía de los avances que se han logrado en la mesa de diálogo del norte del Cauca, liderada por el Gobierno nacional”.
Además, manifestaron que la agroindustria de la caña tiene voluntad de contribuir con acciones que permitan el desarrollo rural de esta región, “teniendo en cuenta el compromiso de todos los actores de trabajar por la paz, la convivencia y el respeto de los derechos de quienes forman parte del norte del Cauca”.