La delegación del Gobierno Nacional estaba conformada por varios ministros del Gabinete, al igual que algunos directores de entidades como Prosperidad Social, sustitución de cultivos, la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres.
La delegación habría salido desde Popayán, en varias aeronaves, y aterrizaron en un helipuerto improvisado en el Cañón del Micay.
Al llegar a la zona, los ministros fueron custodiados por un sinnúmero de uniformados, y montados en tanquetas de guerra.
Según comentó uno de los participantes de la visita, el objetivo era reunir a toda la comunidad en un mismo lugar y establecer un diálogo con ellos para que conocieran la oferta del Gobierno, pero el temor impidió que esto se realizara y por ello la comitiva decidió ir puerta a puerta por las calles. El que más logró comunicarse con los ciudadanos fue el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
El recorrido se extendió por tres horas en medio de una fuerte zozobra por las amenazas de alteración de orden público.
Las autoridades recibieron custodia de los uniformados más preparados, debido al peligro que podrían correr por el frente Carlos Patiño. En total el recorrido duró tres horas.
Mientras este se realizaba, a lo lejos se escuchaban las ráfagas de fusil, pero gracias a la seguridad brindada por las fuerzas militares, la delegación pudo salir sana y salvo del lugar.
Los funcionarios pudieron conocer de primera mano que el grupo armado había presionado a las comunidades para que llevaran a un grupo de soldados hasta el parque principal de El Plateado, y poderles descargar nueve drones que portaban artefactos explosivos. Pero gracias a Dios esto no ocurrió.
“Encontramos una población amenazada, con mucho temor de hablar con las instituciones, también con mucha incredulidad, porque están pensando que les prometen y les prometen y no les cumplen”, indicó el comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo.