Cerca de una semana después de que se conociera el sentido de fallo en contra de cinco involucrados en el asesinato del grafitero Diego Felipe Becerra, el juzgado 19 del Circuito de Bogotá fijó las penas condenatorias para cada uno de ellos.
El coronel Nelson de Jesús Arévalo, excomandante de la estación de Policía de la localidad de Suba, fue condenado a 22 años por su participación en los hechos, en donde el joven recibió un disparo por parte del patrullero Wilmer Antonio Alarcón, el 19 de agosto de 2011, exactamente en la Calle 116 con Avenida Boyacá, en el norte de Bogotá.
Según la jueza, Arévalo tuvo conocimiento y avaló la puesta del arma en la escena del crimen, queriendo inculpar a la víctima.
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Igualmente fueron sentenciados el teniente Rosemberg Madrid, quién tendrá que pagar una pena de 11 años y seis meses de prisión. En ese mismo listado se incluye al intendente Juan Carlos Leal, condenado a 20 años y cinco meses de prisión y a los patrulleros Wilmer Antonio Alarcón y Fleiber Zarabanda Payan, el primero a 22 años y el segundo a 20 años y cinco meses.
Es importante recordar que Wilmer Antonio Alarcón ya había sido condenado a 37 años por el homicidio y estuvo prófugo de la justicia, y fue recapturado y puesto nuevamente en prisión.
Estas condenas se efectuaron en contra de los policías, porque tuvieron participación en la manipulación de los elementos materiales probatorios para desviar la investigación y señalar a la víctima de cometer actos delincuenciales que justificaran la acción policial.
En esta decisión también fue condenado a 22 años de cárcel el abogado Héctor Hernando Ruiz, quien fungía como asesor jurídico de la Policía de Bogotá, por dar la idea de conseguir el arma en el mercado negro para, posteriormente, "sembrarla" en el lugar y así realizar un informe oficial para relacionar el elemento encontrado con el joven.