La ola de violencia sigue azotando el país, esta vez por los enfrentamientos que se presentan en el sur de Colombia. De acuerdo con un informe presentado por la Defensoría del Pueblo el domingo 19 de enero, los fuertes enfrentamientos se registran entre disidencias de las Farc en Calamar, Guaviare, específicamente en la comunidad de Miravalle.
Estas confrontaciones se desarrollan entre: el Bloque Amazonas; liderado por el comandante, alias Iván Mordisco, y la estructura Jhon Linares del Bloque Jorge Suárez Briceño, perteneciente al ‘Estado Mayor de los Bloques’, ha presentado grandes afectaciones en la zona.
La entidad resaltó que debido a estas disputas territoriales, la comunidad se ha visto gravemente afectada, quedando en el medio de estos combates, lo cual presenta un número significativo de personas heridas y muertas.
“La Defensoría del Pueblo está acompañando desde el día de ayer a la comunidad y le recuerda a los grupos armados su obligación de respetar de manera irrestricta a la población civil y el Derecho Internacional Humanitario”, afirmó la entidad.
Cabe destacar que según el Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr, el “Derecho Internacional Humanitario, DIH, es un conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que han dejado de participar directa o activamente en las hostilidades e impone límites a la elección de medios y métodos de hacer la guerra”
Estos hechos se dan en un contexto de creciente conflicto que ha afectado otras regiones del país, la disputa por el control territorial ha desatado una crisis humanitaria. En el Catatumbo, los enfrentamientos entre disidencias de las Farc y el ELN han dejado más de 80 homicidios y 5.000 desplazados, agravando la situación de seguridad en la zona, según los datos acuerdo los datos expuestos por la Gobernación de Norte de Santander.
Conforme a los informes de inteligencia militar, estos revelan que la presencia de los grupos armados ilegales ha aumentado en los últimos años.
En 2019, las disidencias de las Farc tenían alrededor de 2.300 combatientes, pero para 2024 esta cifra se duplicó a más de 4.000. Además, su presencia se ha extendido a departamentos como Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Vaupés, Tolima, Huila, Amazonas, Arauca, Vichada y Guainía.