Integrantes del frente 33 de las disidencias de las Farc lanzaron dos granadas de fragmentación a la estación de Policía de Hacarí, el pasado sábado. Esta organización sigue generando un ambiente de zozobra en los municipios del Catatumbo, Norte de Santander, mediante ataques a la Fuerza Pública.
Así lo dio a conocer el coronel Carlos Martínez, comandante del Departamento de Policía Norte de Santander (Denor), quien rechazó el actuar de esta organización ilegal, pues lanzaron esos artefactos explosivos “sin pensar el daño que hubieran podido causar a quienes estaban departiendo en el parque principal”.
Martínez informó que las granadas no estallaron y que una de ellas cayó frente a las instalaciones policiales y la otra en el parque.
Expresó que solicitaron a la Alcaldía el acordonamiento del sitio para evitar que habitantes se acercaran al sitio, mientras con el apoyo del Ejército Nacional procedían a desactivarlas.
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En Tibú, el frente 33 de las disidencias de las Farc también ha arreciado sus acciones.
El viernes, apareció en la entrada del pueblo, específicamente, en el Puente del río Tibú, una valla en la que amenazan a la población con matar a quien no cumpla las reglas que este grupo armado quiere imponer.
“Amaneció y nos encontramos con ese cartel, en el que escribieron las medidas a partir de la fecha, entre ellas que quienes tienen carros no los quieren ver con los vidrios oscuros arriba, ni motorizados con los cascos que le cubran los rostros, y para quienes incumplan esas normas lo que les espera es ‘plomo’”, narró una líder comunal.
La residente en la zona aseguró que la zozobra en la que viven es latente y sus vidas están en peligro.