Al entrar en la recta final de su mandato, el presidente Iván Duque hace un balance de gestión en materia económica, de seguridad y de salud, y habló de los retos que enfrentará en medio de unas elecciones marcadas por la polarización y un crecimiento económico inusual.

“Si no hubiéramos tenido los bloqueos, esta economía hubiera crecido al año al 12 %”, asegura el Mandatario, mientras insiste en que “siendo gratuita, segura y masiva, no hay ninguna razón para no vacunarse” contra el Covid-19.

¿Cuáles serán las prioridades de su Gobierno en esta última etapa?
Primero, avanzar en la vacunación masiva en el país. Eso no puede parar, y tener la primera producción de vacunas en Colombia. Además, que siga la reactivación económica y los buenos niveles de crecimiento y que tengamos una recuperación del empleo prepandémica, y algo muy importante: seguir profundizando la agenda social, ingreso solidario, el programa de devolución del IVA, la educación universitaria técnica y tecnológica pública gratuita, el estímulo a la generación de empleo. Y diría que seguir profundizando Compromiso por Colombia, entregar quince vías de cuarta generación en el primer semestre. Y una agenda de seguridad robusta donde sigamos consolidando las menores tasas de homicidio y secuestro que haya visto Colombia en cuatro décadas.

¿Cómo garantizar que ese crecimiento se mantenga y no sea un ‘efecto rebote’ de la pandemia?

Nunca hubo efecto rebote, es una verdadera reactivación. Colombia fue una de las economías que menos decreció el año pasado, en una recesión mundial, y está ranqueada, según una publicación reconocida, como la economía número uno en materia de reactivación. Entonces, la expectativa es crecer por encima del 5 %, lo cual nos sigue ubicando entre las economías con más perspectivas de crecimiento para el 2022.

Eso no se ha reflejado del todo en el desempleo y usted espera finalizar su gobierno con cifra de un dígito…
Hemos recuperado más del 90 % del empleo que se perdió en el 2020 como consecuencia de la pandemia. Y cerramos con la cifra de noviembre de 10,8 %. Sobre esa premisa, estaremos muy cerca para lograr situarnos ojalá por debajo del 10 %.

¿Teme que el alza en el salario mínimo y en la inflación puedan afectar el crecimiento del empleo?
La inflación en este momento es un fenómeno mundial, no de Colombia, viene más por fenómenos exógenos, como los altos costos de fletes de logística y la escasez de contenedores para abastecer distintos mercados. En el caso colombiano, logramos el mayor aumento real del salario mínimo en casi 50 años y se hizo sobre una premisa y era darle ese reconocimiento al trabajador y se hizo de la mano con el sector privado. Claro que estamos viendo presiones inflacionarias, ¿pero entonces que la inflación la paguen los trabajadores? De ninguna manera. Aquí tenemos que ser solidarios y conscientes y logramos una meta histórica que propuse en campaña, que era llegar al millón de pesos en el salario mínimo. Este es el Gobierno que más ha fortalecido el poder adquisitivo de los trabajadores del país.

¿Cómo se está recuperando la equidad entre los colombianos?
Nosotros pasamos de 3,3 millones de hogares beneficiarios de programas sociales a 9 millones. Es un aumento enorme de la red de protección social. Pero hay un indicador aún más diciente: de todo lo que Colombia ha girado en programas sociales condicionados y no condicionados en los últimos 20 años, cuando nacieron esos programas, en nuestro Gobierno se ha girado el 50 %. Es el Gobierno que más inversión social ha hecho en transferencias económicas para los más vulnerables y el que más ha expandido la red de beneficiarios, al punto de que Jóvenes en Acción pasó de 126 mil a tener más de 540 mil y hemos logrado, solo en Ingreso Solidario, más de 3 millones de hogares beneficiados. Y no estoy contando los 4,1 millones de empleados formales que recibieron subsidio de 40% o 50% del salario mínimo legal mensual a través del PAEF.

¿Cómo cree que vaya la lucha contra el covid al final de su Gobierno?

La pandemia no ha terminado y lo más seguro es que pase a ser una endemia y la tengamos que enfrentar regularmente, como ha ocurrido históricamente con muchas enfermedades. Pero en el entre tanto, lo que le vamos a dejar a Colombia en agosto es duplicar las unidades de cuidado intensivo. Las encontramos en 5400 y van a ser más de 13 mil.

Ya tenemos cerca del 75 % de la población vacunada con una dosis. Estamos próximos a llegar al 55 % con dos dosis. Tenemos 3 millones de refuerzos aplicados en el país. Más de 3 millones de niños que ya han recibido sus vacunas y vamos a dejar en Colombia la capacidad de producción de vacunas a partir de los incentivos que creó la Ley de Vacunas que promovimos. Ya hemos saneado $8,9 billones de deudas históricas del sistema de salud, a través de la Ley de Punto Final. Hoy estamos teniendo más de 10 millones de consultas que son virtuales o domiciliarias versus un millón que teníamos cuando empezó el Gobierno.

Hoy tenemos el pago al día de los residentes, después de que se aprobó la Ley del Residente. Tenemos 415 mil migrantes en el régimen subsidiado de salud. Estamos dejando un sistema de salud fortalecido y hemos cerrado 11 EPS de mala calidad y trasladado a 6 millones de usuarios, que también es una promesa que hice en campaña.

Sobre ómicron, hemos visto que es mucho más transmisible, pero también menor intensidad en hospitalización y fatalidad. ¿Qué demuestra? Que la vacunación está protegiendo a la sociedad frente a embestidas de nuevas variables”.

¿Teme que este cuarto pico de covid eche atrás esa reactivación?
Fíjese que empezamos 2021 con unos picos muy duros y después, cuando empezaron las aglomeraciones detonadas por las marchas, ni siquiera esa situación, que fue la más crítica que vivimos, afectó el proceso de reactivación. Es más, si no hubiéramos tenido los bloqueos, esta economía hubiera crecido al año al 12 %.

¿Qué nos impide llegar a un nivel más alto de vacunación?
Vacunas hay de sobra. Nosotros decidimos llegar al 80 % de la población vacunada lo más rápido posible y vamos en esa dirección. En segundas dosis veníamos avanzando con muy buena velocidad, pero vimos que estaban llegando a unidades de cuidado intensivo mayores de 50 años que tenían dos dosis, pero que habían pasado más de 6 meses (desde la vacunación), entonces decidimos acelerar la dosis de refuerzo. El problema no es de vacunas, el reto es que la ciudadanía sea consciente y se aplique la segunda dosis; vacunarse es protegerse y proteger a los demás; siendo gratuita, segura y masiva, no hay razón para no vacunarse.

¿Cuál es su balance en cuanto a la lucha contra los grupos armados?
Primero, se desmantelaron los ‘Caparros’, los ‘Pelusos’, los ‘Puntilleros’ y la estructura de mando del Clan del Golfo. Se han golpeado los principales cabecillas de las disidencias en todo el país y cerramos el año con una tasa agregada en lo que va corrido de este Gobierno que es la menor en cerca de cuatro décadas, y hemos alcanzado la menor tasa de secuestro desde que existen esos indicadores. Tenemos las mayores incautaciones de droga que ha alcanzado Colombia. Solo este año destruimos más de 5600 laboratorios y cumplimos la meta de erradicación que nos habíamos planteado. Y venimos dando golpes tan grandes como la captura de ‘Otoniel’, que debe ser extraditado cuanto antes.

¿Cree que la ley de seguridad ayudará a bajar los homicidios?
Sin lugar a dudas. Es que ha habido desinformación. Por ejemplo, se aumentan las penas para el asesinato de un servidor público, pero también para el que mate un periodista, un líder social o un defensor de derechos humanos, y eso no lo dicen los que cuestionan ese artículo.

Otra cosa, es duro con la reincidencia, limita el porte de arma blanca y el uso de armas traumáticas al máximo, concentrándose en el monopolio de las armas en cabeza de la Fuerza Pública, fortalece los sistemas de sanción y busca un robustecimiento del sistema carcelario y penitenciario. Es una ley que responde a muchos de los clamores del país. Hay quienes dicen que ahí se está castigando la protesta social: Falso. La protesta social pacífica es un derecho constitucional, lo que se está sancionando con severidad es el vandalismo. Una cosa es la protesta social y otra muy distinta incendiar buses o destruir infraestructura pública o limitarle los derechos a terceros.

¿Y por qué se incluyó el tema de la legítima defensa privilegiada?
Porque es absurdo que si se le meten los ladrones a la casa y usted se va a defender, la carga de la prueba esté en el dueño de la casa. Es decir, ¿aparte de que se ve amenazado, le toca demostrar que defendió su propiedad ejerciendo un derecho? Eso no puede ser...Es una ley que sanciona con severidad la invasión ilegal de predios, que también es un delito. Entonces, lo que se está buscando es defender la Constitución y la ley y hacerlo de manera efectiva.

¿Considera que se puede estar buscando frenar extradición de ‘Otoniel’ a través de la JEP?
La cacería de ese hampón nos tomó un tiempo largo, hicimos varios operativos y logramos desmantelar su estructura de mando. Estamos extraditando a alias Nicolás y tenemos la hermana también lista para un proceso de extradición. ‘Otoniel’ sale a decir ahora toda una serie de barbaridades, tratando de buscar canonjías, privilegios, pero ese bandido, esa sabandija, tiene que irse extraditado y después de que cumpla su pena por narcotráfico, que venga a cumplir las penas que tiene en nuestro país.

¿Pero cree que hay un intento por frenar la extradición?
Esos bandidos siempre están buscando fundamentos para no irse extraditados. Le tienen temor al calabozo en una cárcel federal en Estados Unidos, y buscan evadirlo. Nada raro que lo esté buscando este bandido, por eso hay que extraditarlo rápido. Tengo confianza en que la Corte Suprema de Justicia obre con celeridad.

Elecciones

¿Cómo garantizar que las elecciones transcurran en calma, en medio de tanta polarización?
A mí ya me han tocado varias elecciones: la Consulta Anticorrupción, salió bien. Las locales del 2019, salieron bien. Las de los Consejos de Juventud, salieron bien. Y trabajaremos para que el Plan Democracia les dé garantía a todos los ciudadanos de expresarse libre y tranquilamente en las urnas.