La última semana de mayo se conmemora en Colombia la Semana del detenido – desaparecido y dentro de las actividades programadas el Departamento Jurídico Integral del Ejército entregará este jueves un informe en el que revela que hay 112 integrantes de esa fuerza de los que aún no se conoce su paradero.
De los militares que han sido víctimas de desaparición forzada hay 78 soldados de diferentes categorías, advierte el documento. Son 22 soldados profesionales desaparecidos, 27 regulares, 25 voluntarios y dos dragoneantes. Además, el reporte da cuenta de que hay un soldado bachiller y uno campesino en esta lista.
Los 22 suboficiales de los que no se tiene razón son ocho cabos primeros, igual número de sargentos segundos, cuatro cabos segundos y un cabo tercero. El listado lo completa un sargento viceprimero.
El documento precisa que “89 víctimas fueron desaparecidas cuando se encontraban de permiso, de las cuales, 40 se encontraban realizando actividades personales, 47 fueron interceptadas en retenes ilegales y 2 de ellas fueron sacadas arbitrariamente de sus viviendas”.
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Con respecto a los posibles autores la extinta guerrilla de las Farc está involucrada en 68 casos mientras que la supuesta responsabilidad del ELN se atribuye en 10 hechos. En 33 desapariciones las autoridades no tienen indicios de quiénes están detrás y el caso restante es de un militar de quien no se supo su suerte tras un accidente aéreo.
“Estos 112 uniformados y civiles al servicio de la fuerza, comprometidos con su causa legitima y constitucional, desaparecieron en circunstancias en las cuales no ostentaban el carácter de combatientes, pues se encontraban en temporada de vacaciones y licencias, desarmados y en estado de indefensión”, dice el prólogo firmado por el general Nicacio Martínez, comandante del Ejército.
Por departamentos, Antioquia, con 37 denuncias, es donde más desapariciones se han presentado en el país, de acuerdo con el documento del Ejército. Putumayo y Caquetá, con 12 y 11 casos, son los departamentos que le siguen. Estos tres departamentos son los únicos que tienen registros con más de dos cifras.
En Arauca, un departamento que históricamente ha sido golpeado por la violencia de los grupos al margen de la ley, se han reportado siete casos, mientras que en Cauca, que tiene circunstancias similares, son cuatro las denuncias por este tipo de delitos.
Las desapariciones están documentadas desde 1992 hasta 2017. En este lapso, el año más crítico en esta materia fue 1998, uno de los más violentos en el país, cuando los golpes de la guerrilla eran frecuentes tanto a la fuerza pública como a la población civil. De ese año están reportados 19 casos.
Llama la atención que de las 112 desapariciones solo aparece una mujer. Se trata de Nilsa Barrios Montilla, una agente de inteligencia de quien se supo la última vez el 25 de noviembre de 1999 en San Juan de Arama, Meta. Al parecer detrás de su desaparición están los guerrilleros que hacían parte del frente 27 de las Farc.