Telemedellín estaría ad portas de una disolución en caso de que sus números también terminen en rojo en esta vigencia.
El canal local ajusta tres años reportando pérdidas, cuestión que causa alerta entre los conocedores del sector. El déficit más alto se reportó en 2022, año más que turbulento para el canal por los cuestionamientos que levantó la gestión del exgerente y ahora candidato a la Alcaldía de Cali, Deninson Mendoza. La olla, dicen fuentes al interior del medio de comunicación público, quedó completamente raspada.
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El último informe sobre los estados financieros publicado por la entidad corresponde a noviembre pasado, mes en que el déficit se ubicó en $7.474 millones. El Armadillo, medio que conoció el balance con cierre a diciembre, habla de $6.519 millones. Aunque la reducción en pasivos se habría acortado en casi $1.000 millones de un mes a otro, la cifra es alarmante: es la más alta en pérdidas registrada por el canal desde 1997, año en que comenzó a operar.
Entre las causales que tienen al canal al borde de la quiebra se cuentan, además de los sobrecostos por nómina, la reducción en la contratación de las secretarías del conglomerado público con su Central de Medios, así como pagos de funcionamiento que el medio no debería asumir solo sino en conjunto con la Alcaldía. “Lo más preocupante es la pérdida de patrimonio del canal. Yo se lo advertí a la gestora social, Diana Osorio; al secretario de Comunicaciones, Juan José Aux; y hasta a la entonces secretaria Privada, María Camila Villamizar”, afirma Johana Jaramillo, exgerente de Telemedellín.
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Al déficit se le suma, también con corte a noviembre, un total de cuentas por pagar que asciende a los $7.936 millones. Buena parte de estos pendientes, según conoció El Colombiano, respondería al atraso en los pagos estipulados en el contrato de referencia 0341 de 2022 —que ya se dio por terminado—, celebrado con la empresa de servicios temporales Maxempleos para el “suministro y administración especializada de personal en misión”.
Pero los saldos en rojo no responden a los ciclos de nacimiento y declive de un simple negocio. Si bien las transferencias de inversión por parte de esta Alcaldía han sido insuficientes, según Jaramillo, sí superan los montos dispuestos en otras vigencias, por lo que inquieta que el canal amplíe su déficit en vez de reducirlo. Y, para colmo de males, “siguen contratando talentos carísimos, que vienen de ciudades como Cali, cuando el canal no tiene cómo pagar”, expresa una fuente que trabajó en la entidad.
La crisis comenzó a ser más evidente a finales de 2021, tras la llegada de Mendoza a la gerencia. A partir de entonces las contrataciones de personal volvieron a ser frecuentes —situación que ya se había reportado durante la gerencia de Mábel López, actual vicepresidente de Comunicaciones de EPM—.
“Entró mucha gente a ocupar cargos administrativos, no necesariamente altos, pero a hacer parte de esa área”, afirma una fuente que pasó por la entidad. La crisis fuerte se sintió en el segundo semestre del año pasado. Jaramillo habló sobre los sobrecostos en nómina y la necesidad de recortar; que no había plata porque la administración no estaba haciendo las transferencias”, indicó Jaramillo.
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Los informes financieros retratan en parte la situación: el déficit de 2021 —año en que Jaramillo lideró la gerencia durante cinco meses— cerró en $948 millones, cuando el del año inmediatamente anterior se había ubicado en $3.822 millones. Ya el déficit de 2022, año de la bonanza en contratación de personal, el déficit escaló en 587 % respecto a 2021. “Subieron vertiginosamente los contratos. Dijimos: ‘a Deninson, el nuevo gerente, le están copiando y le están aflojando plata. No imaginábamos que eso iba a llevar a un déficit”, dice una de las fuentes.
Este parte financiero tiene varias causales. Cuando Jaramillo llegó a la gerencia se encontró con una nómina triplicada y más de 8.000 horas extras que el canal, con un presupuesto básico, no podía soportar. Lo otro es que la contratación de las secretarías del Distrito con la Central de Medios había caído por completo. “Las otras secretarías nos contrataban para sus programas de contenidos y manejo de redes sociales, pero esta administración suprimió de sus planes de pauta a Telemedellín. Les pagaban a todos los medios, menos a nosotros”, dice Jaramillo.
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Nada más, entre 2020 y 2021, 22 entidades que integran el conglomerado público no contrataron ningún tipo de servicio a través de la Central de Medios. Entre estas, según información compartida por la exgerente, se contaron el Metro, Terminales Medellín, Ruta N, Metrosalud, el Dagrd y secretarías como Infraestructura, Ambiente, Innovación Digital y No violencia. Pese a esto, las transferencias de inversión hechas al canal por parte de esta administración se cuentan entre las más abultadas de la última década. Para este año la caja aprobada fue de $10.000 millones, muy por encima de los $6.596 millones habilitados para 2020 (volver al gráfico).