El Gobierno Nacional ordenó liquidar el millonario contrato para la construcción del Aeropuerto del Café, Aerocafé, una de las obras de infraestructura más importantes del eje cafetero con la que se buscaba habilitar una nueva terminal aérea en el municipio de Palestina, Caldas, con una inversión proyectada en más de $531.000 millones.

La decisión se produjo en medio de un ambiente caldeado entre el exdirector de la Aeronáutica Civil, Jair Orlando Fajardo, con el Ministerio de Transporte y una serie de informaciones que salieron a flote que apuntarían a presuntos actos irregulares para favorecer un contratista.

A comienzos de este mes, Fajardo fue declarado insubsistente por el presidente Iván Duque, en medio de señalamientos por posibles irregularidades en proyectos que van desde los estudios para la nueva pista del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, hasta la construcción de una torre de control para el aeropuerto de la isla de Providencia.

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En el caso de Aerocafé, los señalamientos más delicados se centran en la forma en que el gerente de la Unidad de Gestión del Patrimonio Autónomo de Aerocafé, el mayor general (r) Gonzalo Cárdenas Mahecha, fue removido de su puesto recientemente, un par de semanas antes de que la empresa acusada de incumplir con el contrato del aeropuerto se quedara con otro megaproyecto vial en Bogotá.

El detrás de escena de esa remoción de Cárdenas quedó retratado en varias investigaciones periodísticas que escarbaron en el caso, una publicada por el diario El Tiempo y otra por la Revista Semana.

La investigación de El Tiempo, arrojó luces sobre una serie de alertas que Cárdenas empezó a consignar en informes y comités fiduciarios, en los que documentó retrasos en la ejecución del aeropuerto por parte de la sucursal en Colombia de la empresa Obrascón Huarte Laín (Ohla).

Esta última, en mayo del año pasado, se había quedado con un contrato por más de $141.108 millones para adecuar el terreno de la futura terminal.

Tal cómo había alertado a comienzos de esta semana la Contraloría General de la República, desde hace varios meses ya habían indicios de graves retrasos en esas obras.

De acuerdo con los cálculos de ese ente, aunque para el pasado 13 de junio el hito 2 de la obra debía tener un avance de 2 millones de metros cúbicos, para esa fecha tan solo se había avanzado en 715.893 metros cúbicos, lo que equivaldría a un desfase de 1.284.107 metros cúbicos.

En una comunicación interna redactada por el mayor (r) Cárdenas, esos mismos retrasos fueron alertados al Ministerio de Transporte.

“Resulta importante mencionar la responsabilidad que recae en el contratista de la obra, frente a las obligaciones a su cargo y la oportunidad en su cumplimiento, además de los daños y perjuicios que se puedan ocasionar al proyecto Aerocafé”, escribió Cárdenas en un oficio del 13 de mayo, que habría llegado al despacho de la viceministra de Transporte, Olga Lucía Ramírez, y fue publicado este sábado por la Unidad Investigativa de El Tiempo.

A raíz de esos rezagos, OHLA ya había sido sancionado con una multa de $1.834 millones en noviembre de 2021 y otra por $28.000 millones en mayo de 2022.

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Según reconstruyó El Tiempo, Cárdenas comenzó a alertar en varios documentos internos que esos retrasos habían complicado la contratación de las fases siguientes del aeropuerto, que el Gobierno Nacional esperaba dejar avanzadas lo máximo posible antes del 7 de agosto.

Mientras esa controversia se libraba, OHLA competía en Bogotá para quedarse con la Alianza Público Privada para construir el megaproyecto de Accesos Nortes 2, avaluado en cerca de 1,3 billones y liderado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá (IDU).

Faltando solamente 15 días para el anuncio de esa adjudicación, Cárdenas fue removido de su cargo y posteriormente la APP fue entregada al consorcio integrado por OHLA, que estipula la construcción y operación por más de 29 años de esa concesión ubicada al norte de Bogotá.

Según una investigación desde ese mismo caso publicada por la Revista Semana este sábado, también habrían chats en los que altos funcionarios del gobierno cruzaron mensajes estudiando cómo remover a Cárdenas de su cargo y cómo facilitar la relación con OHLA, pese a la controversia por el avance de Aerocafé.