La investigación sobre el asesinato Hernán Roberto Franco, ocurrido el pasado 21 de febrero, en inmediaciones del Parque de la 93, al norte de Bogotá, empieza a arrojar más pruebas de quién sería el homicida y los motivos que tuvo para quitarle la vida al auditor.

El nombre que ha sido mencionado en diferentes testimonios de testigos, interrogados por la Fiscalía General, y que también pronunció la víctima poco antes de morir, no es otro que: Jonathan Romero.

El plan para asesinar a Hernán Roberto Franco estaba diseñado con cuidado. Sabían sus movimientos y el momento exacto para cometer el crimen.

Uno de los testigos es un empleado que auxilió a Hernán luego de recibir los disparos del sicario. Esta persona declaró a las autoridades que: “Él me dice en tres ocasiones: fue Jonathan Romero, fue Jonathan Romero, fue Jonathan Romero”.

El mismo nombre apareció en otras declaraciones, como las de empleados y amigos de la víctima, quienes aseguran que Romero había amenazó a Franco en su oficina, luego de una discusión sobre actos de corrupción en la empresa El Arrozal, de la que era gerente Romero, y que Franco había auditado.

Otro testigo reveló que con Hernán “habíamos tenido una charla el día anterior, él me dijo que había sido amenazado por Jonathan Romero, así me lo dijo siempre, y esta no fue la excepción. Un día antes, en su apartamento, me reuní con él, me dijo que tenía muchos temas de estrés y que tenían que ver con Jonathan Romero”.

Hernán Franco fue asesinado por sicarios cuando estaba por entrar a su oficina, cerca del Parque de la 93, en el norte de Bogotá. Los momentos previos y posteriores al crimen quedaron registrados en cámaras de seguridad del sector.

“Me dijo que la situación estaba bastante complicada, que iban a tener una reunión, que iban a tratar de conciliar la última vez”, agregó.

Jonathan Romero, el principal sospechoso

Jonathan Romero es un empresario bogotano, que se desempeñaba como gerente de la empresa familiar El Arrozal. Romero, junto con sus hermanos, son herederos de El Arrozal.

Según testimonios, él estaría detrás de los actos de corrupción que encontró Franco en su auditoría, cuyo informe iba a entregarle a los socios de la empresa, el día que fue asesinado.

“Esa conciliación buscaba que Jonathan vendiera su parte y dejaran el tema así, que no lo iban a investigar y que no iba a pasar nada. Lo que pasaba era que ya habían visto diferencias en los manejos financieros de la empresa El Arrozal y Tiendas El Líder, en impuestos, facturas, pago de proveedores y malos manejos de Jonathan Romero. Le estaban pidiendo que dejara así, ya que era una empresa familiar, pero Jonathan siempre se negaba”, declaró un testigo a la Fiscalía.

La Fiscalía hizo la extracción de información al celular del Jean Karlo Bermúdez, el motociclista capturado por el asesinado del auditor Hernán Franco, cerca al parque de la 93. | Foto: Autor Anónimo

Debido a los reiterados señalamientos, incluido el de la víctima. Jonathan Romero ya declaró ante la Fiscalía, revelando detalles de su relación con Hernán Franco.

De acuerdo con revelaciones de la Revista Semana, Romero aseguró que la relación con Franco era fluida, aunque su “temperamento” no ayudaba mucho, que sus hijos se conocían. También negó cualquier relación con el asesinato.

Romero se expresó de Franco en los siguientes términos, según consta en la declaración de la Fiscalía:Era asesor, pero iba todos los días a la empresa, ahí fue donde nos hicimos parceros. Trabajó hasta febrero de 2019, luego se volvió asesor personal mío, de mi hijo y mi hermano… Todo el mundo decía que parecíamos marido y mujer, porque peleábamos, pero nos contentábamos. La última pelea fue en septiembre del año pasado”.

En la investigación también se conoció que Hernán Franco se encerró en su apartamento después de comunicar los resultados de su auditoría y recibir las amenazas de Romero.