Durante la presentación a la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, de un informe sobre el atentado al Club El Nogal, un grupo de víctimas se reconciliaron con varios exguerrilleros de las Farc -entre los que habría algunos responsables de este ataque- con un emotivo abrazo.

Fue luego de escuchar al excombatiente Julián Gallo pedir perdón cuando Bertha Lucía Fríes, la cara más visible de las víctimas de dicho atentado, manifestó que además de verdad quería reconciliación y dio un fraternal abrazo a Gallo, a Rodrigo Londoño y a los exjefes de las Autodefensas Unidas de Colombia, Freddy Rendón Herrera y Rodrigo Pérez Alzate.

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Fríes fue la encargada de presentar el informe ante la presidenta del tribunal de paz, Patricia Linares, el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco De Roux, y a los exjefes de las Farc, quienes fueron sus victimarios.

El documento relata lo ocurrido el 7 de febrero de 2003, cuando perdieron la vida 36 personas y 200 más quedaron heridas.

La entrega inició con un minuto de silencio en el que se le rindió honor a las víctimas caídas en el atentado. Tras esto, una vez Linares tuvo en su poder el documento que relata la barbarie cometida luego de la orden impartida por los excomandantes del grupo guerrillero, anunció que “cada uno de los hechos que nos cuentan las víctimas en los informes son insumos muy valiosos para esta Jurisdicción con el ánimo de garantizar la no impunidad y la reparación de las víctimas”.

Fríes manifestó que las víctimas quieren saber qué pasó y cuál es la verdad del por qué se perpetró el atentado. La mujer, que quedó con múltiples lesiones en su cuerpo, estaba sentada junto a Rodrigo Londoño, el máximo jefe de las extintas Farc y que según reportes judiciales habría sido uno de los que dio la orden de perpetrar aquel ataque.

El documento, que hoy reposa en el tribunal de paz, hace parte de cientos que han recibido de organizaciones que relatan los más cruentos testimonios que dejó el conflicto armado de las Farc en Colombia.