La desaparición de los niños en la selva del Guaviare sigue llamando la atención de millones de colombianos, quienes se preguntan cómo lograron estos menores sobrevivir a las condiciones extremas de esta zona del país.
Por lo anterior, la periodista y columnista de la revista Semana Salud Hernández se dirigió hasta el Amazonas para conocer de cerca la opinión de sus habitantes sobre esta conmovedora historia que puso en jaque a todo un país y esto fue lo que conoció por parte de varios indígenas que acompañaron la búsqueda.
“Cada territorio tiene un manejo, nosotros creemos que después de que los niños abandonaron el avión, hasta ahí iban bien, luego algunos seres se apoderaron de ellos. Los encontramos en la misma situación, porque estos seres, los mantienen, los cuidan” señaló un habitante de la zona, quien narró esta historia basada en sus culturas y creencias.
Por su parte, Hernández contó detalles de cómo se preparaban los indígenas para buscar a los niños y la rutina espiritual que realizaban para dicho operativo. “Cada mañana, antes de salir a buscar a los niños, preparaban el mambé, su alimento espiritual, podían recorrer kilómetros sin sentir hambre y con una vitalidad y una fe, ejemplares”.
Asimismo, uno de los indígenas que acompañó la búsqueda señaló que nunca perdieron la fe y se propusieron no parar, hasta encontrar a los niños con vida. A estas creencias se unieron los militares, quienes respetaron esta cultura y atendieron todos sus requerimientos. Tanto así que cuando estos solicitaron el Yagé, no dudaron en recogerlo y llevarlo hasta la selva.
“Los indígenas piensan que unos duendes son los que cargan los niños, por lo que les pidieron a los duendes que los alimentaran y los mantuvieran vivos”, relata Salud Hernández.
Asimismo, la comunicadora menciona que el papá de los menores tomó yagé, sin encontrar respuestas, pero le confesó a Hernández que los menores aguantarían más tiempo vivos porque estaban poseídos por la naturaleza.
Los espíritus me dirán en dónde están los niños y daré las indicaciones para recogerlos”, fueron las palabras de uno de los sabios que dirigió una nueva toma de yagé, que efectivamente sirvió para encontrarlos, según el líder indígena.
“Esta noche me tomo el último cartucho de Yagé y mañana encontramos a los niños, no puedo decir a qué horas, pero mañana los encontramos”, señaló. Según ellos, la toma de yagé era el último recurso que tenían y esto les sirvió para encontrarlos.
Aquí el reportaje completo:
¿Qué pasará con los niños que estaban perdidos en la selva?
Los cuatro menores de edad que fueron rescatados tras permanecer 40 días en la selva, entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, están siendo atendidos por el equipo médico del Hospital Militar de Bogotá.
En horas recientes, dos de los niños pequeños presentaron síntomas de fiebre, pero fueron tratados rápidamente. De acuerdo con la información suministrada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), los cuatro continúan estables y mejorando cada vez más.
“Los cuatro niños están muy bien. Hoy, en su tercer día de evolución, están estables médica y nutricionalmente, en su proceso paulatino. Es un proceso progresivo que toma tiempo, pero que requiere una intervención interdisciplinaria, que es la que hemos recibido de parte del Hospital Militar”, aseguró Adriana Velásquez, subdirectora del ICBF.
Lo que vendrá después para ellos, tras su estadía en el Hospital Militar, aún es desconocido. El ICBF está realizando un proceso para el restablecimiento de los derechos de los menores, proceso que está siendo acompañado de manera administrativa por la Procuraduría General de la Nación.
El tinte desconocido se lo otorga la información que fue dada a conocer recientemente sobre las denuncias de que el padre de los dos niños pequeños y padrastro de los dos mayores, Manuel Miller Ranoque, maltrataba y abusaba de los niños.