Por: Hugo Mario Cárdenas López - Reportero de El País
Para el Gobierno de los Estados Unidos es perfectamente clara la alianza cada vez más estrecha entre el narcotráfico y la minería ilegal de oro.
Por eso a través del Programa de Protección Ambiental de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, que dirige Hakim Hasan, vienen trabajando de la mano con el Gobierno de Colombia para enfrentar la minería ilegal y el uso del mercurio como parte de la lucha contra el narcotráfico.
De ese tema y todos lo que se mueve detrás de la minería ilegal en Colombia habló Hasan con El País en el marco de la Mesa Territorial contra la Minería Ilegal y la Contaminación por Mercurio, realizada esta semana en Cali y en alianza con la Procuraduría General de la Nación.
¿De qué manera se suma Estados Unidos a esta lucha contra la minería ilegal y el uso de mercurio?
El mandato de INL (Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley) es combatir el narcotráfico y hemos visto cada vez más que los grupos criminales que están involucrados en narcotráfico, también están metidos en la minería ilegal. Por eso trabajamos con el Gobierno de Colombia para combatir esta actividad y estamos hoy, específicamente, apoyando la Procuraduría General de la Nación en el control del mercurio. Entonces estamos organizando estas mesas territoriales porque para nosotros es muy importante la articulación interinstitucional por el hecho de que es un asunto bien complejo, como ya saben, y pensamos que obviamente en marco de la COP es sumamente importante que Colombia y EE.UU. trabajemos en coordinación para atacar la minería ilegal. Ya sabemos que gente de todo el mundo llegará a Colombia para hablar de cambio climático y van a querer saber qué están haciendo el país para atacar ese tema y por eso estamos aquí.
¿Cuál es la gran preocupación que tienen ustedes frente a lo que pasa hoy con los Farallones?
Bueno, sobre todo es el impacto que tiene para los habitantes de Cali y la comunidad que dependen del agua que nace en el Parque Natural Farallones porque como ya sabes, el mercurio contamina todo; contamina los ríos, los suelos y eso para nosotros es la principal preocupación. Tenemos evidencia de los altas concentraciones de mercurio en los Farallones, por encima de los valores permitidos, donde tenemos hasta 31 partes por millón, cuando el límite es de 11 partes por millón. La presencia de mercurio a causa de la minería ilegal en los Farallones es una actividad ilícita que amenaza el ecosistema del parque y la salud de los habitantes del Valle del Cauca porque afecta la calidad de las aguas.
En Colombia se combate la minería ilegal en la parte más débil de la cadena, ¿pero cómo combatir a grandes comercializadoras que fomentan y se lucran del oro ilegal?
Precisamente, estamos trabajando para atacar este tema con la Sijin y la Dicar; hemos establecido una unidad que se llama ‘Grupo Transnacional contra la Minería Ilegal’ y a través de esa unidad estamos investigando el flujo de dinero para entender mejor cómo es que este oro está siendo legalizado; quiénes están en las empresas exportando ese oro, cuál es el proceso de minar este oro y mandarlo a los Estados Unidos o a otros países de Europa y Asia.
¿Sería algo como la Lista Clinton que bloqueaba a personas y empresas relacionadas con el narcotráfico, pero ahora para oro ilegal?
Por muchos años hemos luchado contra el narcotráfico y en el proceso y transcurso de tiempo hemos desarrollado sistemas para atacar este delito. Estamos desarrollando acuerdos y mecanismos para combatir los delitos ambientales, aunque no estamos en el mismo nivel en cuanto a las leyes para luchar contra el narcotráfico, pero vamos avanzando. Creo que esta mesa técnica realizada en Cali es un ejemplo de la articulación interinstitucional que necesitamos y vamos a realizar muchas más actividades y desarrollar mecanismos para contrarrestar la minería ilegal. Seguimos en el proceso aprendiendo y mejorando nuestra colaboración a Colombia y creo que cada vez más las personas en ambos países entenderán mejor la magnitud del problema, y un buen resultado traerá más ayuda para atacarla.
¿De qué manera el narcotráfico obtiene provecho de la explotación ilegal del oro en Colombia?
Las organizaciones dedicadas al narcotráfico han visto en la minería ilegal una gran oportunidad de lucrarse porque hablamos de un producto precioso cuyo comercio es legal. Entonces es mucho más fácil venderlo y lavarlo. Estas organizaciones se están aprovechando de eso, están extorsionando a los mineros, están lavando dinero, están comprando maquinaria que se usa en la minería ilegal; entonces ellos entran en todo proceso para lucrarse y eso para ellos es un súper negocio y por eso es importante que EE.UU. trabaje fuertemente al lado de Colombia para atacar ese flagelo.
¿Cómo controlar la maquinaria amarilla que no se produce en Colombia y que termina destruyendo el medio ambiente sin que se sepa quién la importó, quién es el dueño y quién avaló su traslado?
En INL trabajamos en ese tema por muchos lados. Estamos trabajando con el Gobierno para desarrollar un programa para registrar e identificar el origen de esa maquinaria porque Colombia comparte frontera con varios países y es muy fácil entrar aquí esa maquinaria; entonces estamos trabajando con el Gobierno colombiano para fortalecer esos puntos de ingreso al país e identificar el origen de esos equipos. Estoy de acuerdo en que es un tema muy importante y por eso estamos trabajando en él; además estamos trabajando con la Policía en capacitación, dándoles entrenamiento para todo el terreno porque estamos hablando de áreas aisladas rurales donde el acceso es muy difícil; pero también estamos donándoles mecanismos de transporte como helicópteros que permitan llegar a estos lugares aislados.
¿Se está trabajando también en el rastreo y distribución del mercurio que ingresa al país y termina en manos de mineros ilegales?
Precisamente estamos aquí por eso. Sabemos que el mercurio es un veneno ambiental que contamina todo; que contamina el suelo, tiene un efecto muy negativo y trágico a la salud de los seres humanos y la idea de estas mesas territoriales, es desarrollar un abordaje con un enfoque en cada departamento y que permita entender cómo está llegando al país ese mercurio, cuáles son los mecanismos que las instituciones deberían implementar para controlar ese flujo de mercurio y ver posiblemente cómo podemos controlar ese proceso, incluida la comercialización de mercurio. Entonces el objetivo de esas mesas territoriales que vamos a realizar en otros diez departamentos es llegar a una conclusión en la pregunta que me hace.
La sensación que queda es que la justicia en Colombia también se queda corta a la hora de judicializar a los responsables de la minería ilegal y eso hace que sea una actividad tan rentable como el narcotráfico y casi sin ser delito...
De hecho hace un par de semanas realizamos una conferencia enfocada en la minería ilegal y con el propósito de encontrar soluciones para abordar el tema; entonces invitamos expertos de todo país para sentarse y hablar precisamente de eso, y una de las cosas que concluimos era la importancia de mejorar o fortalecer las condenas relacionadas con la minería ilegal porque sí reconocemos que en este momento las leyes no son muy fuertes y esto fue una de las conclusiones de la Conferencia, la necesidad de endurecer las penas; entonces esto fue solo una parte de ese ejercicio y obviamente vamos a hacer seguimiento con nuestra contraparte, el Gobierno colombiano, para fortalecer esas condenas.
¿Qué tan importante es que la gente también entienda o tome conciencia de lo que está ocurriendo?
Para mí es muy importante que las personas que, por ejemplo, compran oro, piensen muy bien de dónde viene ese oro; cuál fue el proceso para sacar este oro de la tierra; que tengamos todos una conciencia aún más elevada del impacto dañino de la minería ilegal; que logremos entender que posiblemente el mercurio ha sido usado en este proceso y este mercurio tiene un impacto ambiental terrible, con consecuencias a la biodiversidad de Colombia, con consecuencias a la gente que vive, que depende de estas fuentes de agua; entonces es eso, que haya mayor conciencia en la gente del daño de la minería ilegal.
¿Alguna cosa que usted considere que es importante que los lectores de El País lo sepan, la gente en Cali y en el Valle que de pronto no le haya preguntado?
La estrategia bilateral antinarcóticos entre Estados Unidos y Colombia está basada en tres pilares: la primera la reducción de la oferta; la segunda, generar Seguridad Rural y la tercera, proteger el medio ambiente de la deforestación, de la contaminación de agua y ríos por el procesamiento de clorhidrato de cocaína etcétera. Pero adicionalmente, los narcotraficantes vieron en la minería ilegal una manera impresionante de financiarse porque el oro es legal, pueden lavar todo el dinero del mundo y además es súper fácil de comercializar sí; entonces quiero que también las personas sepan que esa protección al medio ambiente hace parte de la estrategia bilateral antinarcóticos entre Estados Unidos y Colombia. La protección del medio ambiente es demasiado importante y el Gobierno de Estados Unidos está apoyando a Colombia para proteger, obviamente, la megadiversidad que el país posee. No en vano, como decíamos también, Colombia ocupa el segundo lugar entre los 17 países megadiversos del mundo. O sea, es un tesoro para el mundo; es uno de los grandes responsables de la producción de agua del planeta y todo eso debemos cuidarlo.
¿Quién es Hakim Hasan?
Antes de llegar a Colombia, el jefe del Programa de Protección Ambiental de la Unidad contra el Crimen de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la ley de la Embajada de los Estados Unidos trabajó en el Centro de Operaciones del Departamento de Estado como Oficial de Vigilancia y en la Oficina de Asuntos Públicos Globales como Asistente Especial.
Previamente, trabajó en Costa Rica, donde fue Oficial de Información. Antes de Costa Rica, Hakim trabajó como Oficial Asistente de Asuntos Culturales en Perú, como Jefe de NIV en Afganistán y Oficial Consular en Australia.
Antes de unirse al servicio diplomático, Hakim enseñó literatura mundial en Washington, D.C. e inglés como segundo idioma en Japón.
Hakim obtuvo una licenciatura en inglés y Economía de la Universidad de Howard y una Maestría en Servicio Diplomático de Georgetown.