Francisco Barbosa, alto consejero para los Derechos Humanos del país, aseguró este lunes que Colombia espera una "respuesta rápida" sobre el crimen de María del Pilar Hurtado, la joven asesinada el viernes pasado frente a su hijo de nueve años en Tierralta, Córdoba.

"Debe haber una respuesta rápida porque el país la está esperando. No puede ser tolerable que un colombiano, independientemente de si es líder social o no, sufra una circunstancia como esta que llenó de dolor al pueblo", dijo Barbosa en una entrevista a la W Radio.

La imagen del niño llorando desesperado frente al cadáver de su madre incendió las redes sociales y desató la indignación general.

Por el momento, las autoridades solo han descartado que el crimen haya sido obra de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), como se especuló inicialmente.

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El mismo grupo insurgente envió un comunicado el domingo en la noche en el que aseguró que en Tierralta "el ELN no hace presencia desde hace 30 años".

Barbosa explicó a periodistas que, en cambio, en esa parte del país delinquen las estructuras criminales conocidas como el 'Clan del Golfo' y 'Los Caparrapos', que se dedican principalmente al tráfico de drogas.

También, según una alerta temprana de noviembre pasado de la Defensoría del Pueblo, al menos 22.132 campesinos e indígenas que habitan en las zonas rurales de Tierralta, Montelíbano y Puerto Libertador, tres municipios del departamento de Córdoba, están a merced de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), herederas de los grupos paramilitares y que se enfrentan actualmente a las disidentes de la antigua guerrilla de las Farc.

Como parte de la investigación también se trata de esclarecer si Hurtado era una líder social, ya que el esposo de la mujer y otros familiares han indicado a los medios que Hurtado no estaba amenazada ni hacía parte de ninguna asociación comunitaria.

El lío por la invasión de un lote

Mientras las autoridades hablan de móviles delictivos, los líderes sociales insisten en que la muerte de María del Pilar Hurtado tiene relación directa con la invasión de un lote de propiedad del padre del alcalde de Tierralta, Fabio Otero.

Arnobis Zapata, representante legal de la Asociación Campesina del Sur de Córdoba, dijo que pone en duda que el panfleto en el cual amenazaron a ‘la mujer del chatarrero’ haya sido hecho por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

“Un panfleto hecho supuestamente por el Clan del Golfo no se lo cree nadie. Ese cuento se lo pueden echar a otro, pero nosotros sabemos muy bien que hay cosas detrás. Son sicarios contratados por particulares que están interesados en que desocupen ese lote invadido. Se quisieron esconder detrás de un panfleto de los gaitanistas”, dijo el líder social.

Agregó que uno de los lotes en disputa, el cual fue invadido hace poco, es de propiedad del alcalde y está ubicado justamente al frente de la casa donde vivía María del Pilar, en la vía que de Tierralta conduce al proyecto hidroeléctrico de Urrá.

Confirmó que la mujer tenía un lote marcado en el lugar y que en una reunión que habían sostenido los invasores con el mandatario, les habían prometido que se los iban a escriturar. Sin embargo, luego llegaron a un acuerdo pacífico y lo desocuparon.

Esa misma versión entregó el representante legal de la Fundación Social, Cordoberxia, Andrés Chica, quien insiste en que el crimen de María del Pilar Hurtado tiene relación directa con el proceso de invasiones en la localidad.

Reitera que ella es la ‘mujer del chatarrero’ a la que se refieren en el panfleto que dieron a conocer el pasado 2 de junio y que no entiende por qué la premura de las autoridades de desmentir que se tratara de la misma persona.

Chica tuvo que salir escoltado de Tierralta, luego de recibir amenazas, a través de un mensaje enviado a su celular, pocas horas después de haber denunciado la muerte de varias personas que están implicadas en los procesos de invasión de tierras y de señalar que María del Pilar era la ‘mujer del chatarrero’ a la que hacían alusión en el panfleto.

La defensa del Alcalde

Fabio Otero, ha desvirtuado en distintas oportunidades la versión entregada por las organizaciones sociales de la localidad en el sentido que su familia tenga algo que ver con la muerte de la mujer de 34 años.

Explicó que hace un mes se presentaron cinco invasiones en el municipio y que efectivamente, uno de los lotes comprometidos en el proceso es de propiedad de su padre. Sin embargo, llegaron a un acuerdo pacífico y esas personas salieron voluntariamente.

Sostuvo que espera que la investigación arroje prontos resultados con el fin de establecer los móviles y los autores del crimen, pues advierte que lo están utilizando para buscar réditos políticos, señalando directamente a Andrés Chica.

Defensoría desmiente comunicado

En medio de la discusión, que cada día tiene nuevos ingredientes, la Defensoría del Pueblo desmintió un comunicado hecho por la Alcaldía de Tierralta, el mismo día en que dos sicarios en moto asesinaron a la mujer delante de uno de sus hijos.

Luego de un primer consejo de seguridad, el secretario de Gobierno de Tierralta, Willington Ortiz, firmó un comunicado en el que desmentía la condición de líder social de Hurtado Montaño. Allí cita como participante al delegado de la Defensoría del Pueblo.

Varias horas después, la entidad, a través de su cuenta de Twitter, dijo “Esa información de la Alcaldía de Tierralta donde se desvirtúa la condición de líder social de María del Pilar Hurtado y menciona a la Defensoría del Pueblo como institución que respalda esa afirmación, no corresponde a la realidad, pues no estuvimos presentes en la declaración”.

Se refieren a la versión entregada por el compañero sentimental de la víctima, Manuel Berrío, a la Alcaldía de Tierralta, quien aseguró que ella no era líder social y que nunca había recibido amenazas. Habían vivido los últimos 11 años de su vida juntos, desde que se conocieron en una mina de oro en Chocó.

Llevaban cuatro años en Tierralta y de los cuatro hijos de la mujer, solo uno, el menor de cinco años, es de Manuel. Los otros son producto de distintas relaciones anteriores, pero fueron asumidos por este como si fueran propios.

El hombre insiste en que desconocen las causas del crimen y advierte que no sabe quién podría estar detrás de ese hecho. Sin embargo, Cordoberxia advierte que puede estar amenazado o atemorizado y por ello teme decir la verdad.

Hay que anotar que la propia madre de la víctima, Juana Montaño, también descartó que la mujer hubiera salido huyendo de Puerto Tejada por haber recibido amenazas, tras trabajar en una asociación de víctimas.

Dijo que se dedicaba a la venta de boletas y que llegó a Tierralta con el fin de buscar una nueva forma de vida, pues era una persona que le gustaba volar y que si no encontraba trabajo en un lado, se iba para otro.