En medio del evento de conmemoración por los siete años del acuerdo de paz, entre el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, y la guerrilla de las Farc, el exmandatario aprovechó para lanzarle una crítica al proceso de la paz total de Gustavo Petro.
“Firmamos para que las Farc dejara de existir y nadie entiende cómo nuevamente aparecen las Farc-EP y el Gobierno les da patente de corso. Eso es un error estratégico que no sé cómo lo van a solucionar la comunidad internacional”, cuestionó Santos.
De igual manera, Juan Manuel Santos también le pidió al presidente Petro que le dé celeridad al cumplimiento del acuerdo de La Habana, y que este no pase a un segundo plano en búsqueda de ‘la paz total’.
“Estamos viendo las consecuencias en la falta de respeto a la comisión de garantías. Que la paz total no opaque la implementación del Acuerdo de Paz. Porque esta es un requisito para las demás paces. Si no se implementa, cualquier otro proceso de paz nace muerto”.
Asimismo, reconoció que ya se va a cumplir la más de la mitad del tiempo establecido para la implementación total, que fue un lapso acordado de 15 años.
“Pronto estaremos ante los ocho años para los 15 que nos propusimos. Hay oportunidad de rectificar y yo espero que el próximo comisionado de Paz venga cargado de decretos y de presupuesto para volver a nombrar un responsable de la implementación.
En este orden de ideas, también cuestionó que no hay nadie encargado de velar por el Acuerdo de Paz.
“No hay quien responda por eso, no hay infraestructura, no hay presupuesto. Por eso, si se logra que ese nuevo comisionado venga con ese decreto y que nombre a una persona que no dependa de él, que tenga autonomía, que tenga poder, por supuesto, va a encontrar el apoyo absoluto de los firmantes y del pueblo colombiano”, dijo Santos.
Pero además se cuestionó que el presidente Petro no haya asistido a esta conmemoración. “Eso sería una gran solución y yo pensé que el presidente Petro nos traía el día de hoy, pero se lo pedimos desde aquí”.
Cabe resaltar que este evento se lleva a cabo en el centro de Bogotá, en donde participan los negociadores del acuerdo, la cooperación internacional, los acompañantes durante y después de su firma, nuevos mandatarios regionales, la Iglesia católica, los académicos y aquellos que están relacionados con el proceso de paz de La Habana.