En la tarde de este miércoles, 10 de abril, Bogotá ha sufrido intensas olas de calor que ha agobiado a sus habitantes, por lo cual ha preocupado a las autoridades locales en medio de la crisis que se padece ante los bajos niveles de embalses que obligó al alcalde Carlos Fernando Galán ordenar un racionamiento de agua en la capital.
Ante el intenso sol, y las restricciones de agua que se están regulando en la ciudad, el mandatario aprovechó para lanzar una fuerte pulla en contra de la derecha, señalándola de tener una “doble moral”, sobre la problemática de la crisis climática.
“El calor que hoy sienten los bogotanos, se llama cambio o crisis climática. Agota el agua líquida embalsada. No es previsible y en los años será cada vez peor”, empezó diciendo el presidente Petro en su cuenta persona de X.
Agregando que “esta transformación es el producto de gases efecto invernadero en toda la atmósfera de la tierra por el uso del petróleo, carbón y gas en las economías del norte”.
“Existen políticas de adaptación que fueron puestas y decretadas en el POT de Bogotá Humana, dado que por primera vez un movimiento político puso este tema en el debate público en la campaña del 2011 a la alcaldía: el nuestro”, continuó relatando en el mensaje.
Además hizo referencia al Plan de Ordenamiento Territorial: “El POT fue atacado por el entonces concejal Uribe Turbay quien dijo que el cambio climático no existía y por Camacol que lo veía contrario a los intereses de las grandes empresas constructoras”.
“El POT de Bogotá humana en efecto frenaba la expansión urbana en la Sabana de Bogotá y enfrentaba la tesis de Peñalosa de expansión, precisamente porque le decía a la sociedad bogotana que no había agua para sustentar dicha expansión. Que había que ordenar el territorio alrededor del agua”, recalcó el jefe de Estado.
Por lo que expresó que una magistrada amiga del procurador Ordóñez, de manera irresponsable con la vida misma, anuló el POT de Bogotá Humana por sectarismo político.
“Desde entonces una voraz fiebre de expansión inmobiliaria se desató. Se urbanizó casi toda la sabana de Bogotá en contra de la ley, se hicieron enormes procesos de corrupción política por volteo de tierras, y se rompió el peligroso equilibrio que hay en la sabana entre agua disponible y población. El agua de Chingaza, el embalse que se seca, viene es de la cuenca de la orinoquía que también entra en sequía”, insistió.
“El absurdo voraz y depredador proyecto político de Peñalosa hablaba de recoger más agua de la orinoquía para vertirla en la sabana de Bogotá y sustentar las ganancias de las grandes constructoras, urbanizando más la sabana. Hoy tampoco la Oriniquía tiene agua”, expresó el mandatario.
“La prensa, cuando impedimos la venta en bloque de agua del acueducto de Bogotá para impedir más urbanización de la sabana, de manera calumniosa dijo que íbamos a dejar sin agua a la gente. Defendían desde el gran capital a los grandes urbanizadores y no pensaron en la vida de la gente”, señaló el jefe de Estado.
Y añadió que, “el cambio climático implica otro ordenamiento en la sabana de Bogotá. El racionamiento de agua que hizo Mockus fue por una razón técnica; esta vez es el cambio irreversible del clima en el mundo que puede acabar con la vida en el planeta”.
“Terrible la doble moral de la derecha, que desde el 2011 se opuso al proyecto de adaptar Bogotá al cambio climático, tumbó todas las medidas para realizar la adaptación, se transformó en negacionista, y ahora nos culpa del mismo cambio climático”, concluyó el presidente colombiano.