El sector de la avenida Las Américas, en Bogotá, cuenta con más de 12 carriles con anchos que oscilan entre los 3 y casi los cinco metros. Sin embargo, las aparentes bondades de esta calzada vienen generando problemas de exceso de velocidad que han dejado en los últimos años víctimas fatales y múltiples siniestros viales.
La zona tiene una gran vocación comercial y de servicios, pues hay centros comerciales, colegios, instituciones de salud, pero también barrios residenciales, de ahí que sea muy normal la gran afluencia de personas a diario.
Los más afectados
De otro lado, con corte al 20 de junio del año en curso, se han registrado 83 lesionados por siniestros viales, siendo los motociclistas (60) y los conductores de vehículos de cuatro ruedas (10), los actores viales que registraron mayor número de lesionados.
Muchos de los accidentes se deben a la falta de prudencia de los peatones y a las personas que quieren ´colarse´ en TransMilenio, pues algunos prefieren arriesgarse a cruzar la calzada que usar el puente peatonal sobre la 65.
A lo anterior se suman otros factores como el exceso de velocidad debido especialmente a la amplitud de las calzadas, aunque la señalización advierte que la velocidad máxima son 50 kilómetros por hora.
De hecho, en algunos tramos de Las Américas se encuentran cinco carriles por sentido (3,52 metros por carril), para un total de 17,6 metros y, en otros, cuatro carriles en calzadas de 18,5 metros (4,63 m por carril).
Esto, según Hernán Ortiz, coordinador de datos y vigilancia de la iniciativa global de seguridad vial de Bloomberg en Colombia, va en contra de lo recomendado por el actual Plan de Gestión de Velocidad, que señala que el ancho máximo debe ser de 3,25 metros en avenidas en donde el límite de velocidad sea de 50 km/h y de 3 metros en donde el límite sea de 30 a 40 km/h, de acuerdo a información citada por El Tiempo.
De igual forma, las horas de mayor siniestralidad son en la madrugada y hacia las 7:00 de la noche, aunque en menor número.
Otro aspecto a destacar, es la falta de infraestructura para peatones, dado que las obras responden a las necesidades vehiculares pero difícilmente a los requerimientos de los demás usuarios
Desde la Secretaría Distrital de Movilidad recalcaron que,, “la siniestralidad vial es un asunto de salud pública global que cobra la vida de cerca de 1,35 millones de personas cada año (en todo el mundo), cifra que representa una fatalidad cada 23 segundos, convirtiéndose en la octava causa de muerte en el mundo y en la primera causa de muerte para niñas, niños y jóvenes entre los 5 y los 29 años”.
Reiteraron, igualmente, que los fallecimientos por siniestros viales no son solo cifras. “En Bogotá al año alrededor de 500 hijas, hijos, madres, padres, hermanas, hermanos, amigas, amigos y en general seres queridos, no vuelven al seno de sus hogares o adquieren una discapacidad permanente a causa de un siniestro vial, lo cual en los dos casos es una terrible tragedia para las familias, con un enorme costo moral y económico para la sociedad”.
Por eso, hicieron nuevamente el llamado a la corresponsabilidad en la gestión de la seguridad vial, la cual implica que todos los actores del sistema “debemos asumir un papel consciente, activo y coordinado, desde las Entidades del Sector Público, Agentes Privados, Academia, Legisladores, Organizaciones sin ánimo de lucro, Sociedad Civil y Ciudadanos, para contrarrestar esta problemática y garantizar el autocuidado y la protección de los usuarios viales en el sistema de movilidad”.