Luego de un ejercicio de diálogo, concertación y participación liderado por Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, las comunidades indígenas de Juan Tama, Kokonuko, Nasa Chacha, Totoguampa y el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, firmaron un convenio para juntar esfuerzos técnicos, financieros y administrativos, que permita avanzar en varias fases del proceso de reparación colectiva en el corto plazo.
El propósito de este acuerdo, que se firmó este jueves 31 de octubre en la ciudad de Popayán, es apoyar a seis Sujetos de Reparación Colectiva étnicos en el desarrollo de las fases de identificación, alistamiento, caracterización del daño, diseño y formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva, Pirc, y así lograr ese reconocimiento de los daños que han afectado a estas comunidades indígenas para luego contribuir a su reparación desde los componentes político, material y simbólico, a través de las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.
Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, reiteró en el encuentro que: “Este Gobierno ha dado la orden de servir y cumplirle a los pueblos y es en esta armonía del trabajo conjunto que podemos sacar adelante los proyectos, buscando que sean las comunidades las que se beneficien tanto de la inversión como de las acciones de reparación para superar las consecuencias de la guerra en esta parte del país”.
En el departamento del Cauca hay 161 sujetos de reparación colectiva, de los cuales 138 son étnicos divididos en 70 comunidades indígenas y 68 afrodescendientes. Esta cifra, hace que este sea el departamento con más sujetos de reparación colectiva en el país.
Además, el departamento tiene la mayor cantidad de comunidades étnicas con sentencias y autos de protección, con un total de 59, lo que evidencia el impacto desproporcionado del conflicto armado sobre esta población. Este acuerdo, precisamente, se firma en medio incluso de la reactivación de la violencia de los actores armados, como son las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional, ELN.
En los próximos días, las autoridades ancestrales y el equipo técnico de la Unidad para las Víctimas se reunirán nuevamente para acordar los alcances de este convenio que beneficia a pueblos indígenas que han sufrido las consecuencias de la violencia durante décadas y que hoy, desde el diálogo ciudadano y democrático, tienen la oportunidad de ser dignificadas a través de la materialización de sus derechos constitucionales.