Luego de que la Corte Suprema de Justicia condenara a 25 años de prisión a Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, por el asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino, perpetrado el 16 de marzo de 2002 en Cali, el sacerdote Gersaín Paz, que acompañó a monseñor en el momento de su muerte, habló sobre ese magnicidio.
"Está bien decir que las Farc fueron los directos ordenadores del crimen, pero todavía seguimos, aunque sea de refilón, con uno que otro narcopolítico que sigue pendiente de ser expuesto a la luz pública como segundos autores intelectuales. Siempre han estado mezclados narcos y guerrilla", dijo Paz en diálogo con Blu Radio.
Aunque el sacerdote fue enfático en asegurar que el asesinato de monseñor Duarte estuvo relacionado con narcopolíticos, decidió no revelar nombres.
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"Monseñor llegó muerto al hospital regional del oriente de la ciudad. Él murió instantáneamente. Hubo intereses de algunos narcopolíticos, que también granjearon su muerte, no me quedan dudas. No tengo las evidencias para decir fulano o sutano, tengo sospechas, pero, por favor no me jalen la lengua para decir que les dé nombre porque hoy no lo voy a hacer", aseguró el padre Paz.
El sacerdote, que se convirtió en la 'mano derecha' de monseñor Duarte, también afirmó que el Arzobispo era consciente de que lo iban a matar.
"Son hipótesis que nosotros tenemos, a él en una llamada le dijeron que lo iban a matar y tomó la decisión de morir. En adelante ordenó que mis asistentes, de televisión y radio, no se subieran más en el carro, después despachó al chofer. Él dijo, si me van a matar, que me maten solo, pero no tienen por qué matar a otras personas".