La factura de energía eléctrica es un recibo que se recibe mensualmente, y a menudo solo se revisa el valor total a pagar, sin detenerse a detallar sus componentes.
Sin embargo, comprender el motivo por el cual se cobra cada peso es fundamental para entender a dónde está siendo destinado el dinero.
Enel, empresa proveedora de energía, destaca varios elementos que conforman la factura, entre ellos se encuentra el período facturado, el número de identificación del usuario, los diferentes conceptos que se cobran (como el consumo de energía, el crédito fácil Codensa o el servicio de aseo), una gráfica que muestra el comportamiento del consumo en los últimos seis períodos y un semáforo que indica si hubo algún problema o aspecto a tener en cuenta.
La presidenta de Acolgen, Natalia Gutiérrez, detalló que el 38% del valor total a pagar de las facturas está destinado a la generación de energías.
Otro valor importante es el de la distribución, que representa el 32 % del total y se refiere al transporte de la energía hasta los hogares.
El 13 % está destinado a la comercialización, que implica el proceso de lectura del consumo y atención al usuario final por parte de las empresas proveedoras.
Además, un 8 % se destina a pérdidas eléctricas, que pueden ser tanto por robo de energía como por pérdidas técnicas durante el transporte.
El 6 % se asigna a la transmisión, que comprende el transporte de la energía desde su lugar de generación hasta las ciudades o municipios.
El 3 % restante se reserva para restricciones, que incluyen labores de mantenimiento para garantizar un servicio continuo.
Finalmente, es importante tener en cuenta que en algunas ciudades, la factura también puede tener cobros adicionales que no están relacionados con el consumo de energía eléctrica, como cargos por aseo, seguridad, alumbrado público, entre otros.