Varias críticas ha recibido el presidente Gustavo Petro por su anuncio de decretar la emergencia sanitaria por el aumento de los casos de fiebre amarilla en el país.

Pero más que eso, se ha cuestionado parte de la información que publicó el Mandatario sobre la transmisión de este virus.

El subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández Niño, dijo que Bogotá no es zona endémica, que los casos detectados no generan contagios secundarios y que el brote debe controlarse en los territorios donde circula el virus.

“Los casos en Bogotá no generan casos secundarios. El brote debe controlarse donde sí circula el virus. Y les quedó grande!”, dijo.

Asimismo, Camilo Prieto, profesor de salud ambiental, comentó en X que la fiebre amarilla se controla mediante esquemas de vacunación dirigidos a zonas de transmisión endémica.

“Bogotá no se encuentra dentro de estas zonas, por lo que los casos identificados en la ciudad corresponden a infecciones importadas, sin evidencia de transmisión autóctona”.

Petro anuncia medidas por casos de fiebre amarilla. Declarará emergencia económica y sanitaria. | Foto: Semana

Asimismo, aseguró que aunque se han vacunado muchos residentes por razones preventivas (especialmente viajeros a regiones de riesgo)“no existe evidencia científica que sustente la presencia estable de Aedes aegypti a la altitud de Bogotá (2.640 msnm). Por tanto, no se justifica una alarma epidemiológica por riesgo de transmisión secundaria en la ciudad”.

El presidente Petro aseguró, en la noche de este martes, 15 de abril, que el turismo en Melgar solo debe ser para personas vacunadas. “Ya se han vacunado 200.000 personas en el Tolima por nuestra labor, junto a los equipos básicos de salud y sus hospitales públicos. El turismo de Semana Santa puede llevar los mosquitos a Bogotá y las grandes ciudades”.

Agregó Petro que “me preocupa que en Bogotá el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad. La rapidez de la vacuna es la clave".

Según el Presidente, Bogotá no ha cumplido la meta de vacunación.

El epidemiólogo Julián Fernández Niño respondió a esto y dijo que “ahora resulta que la culpa de que el Ministerio no haya podido controlar la fiebre amarilla es de Bogotá que ni siquiera es área endémica. De hecho, es gracias en gran parte a Bogotá que han mejorado los indicadores de vacunación. Hechos pueden más que los discursos”.