Gran preocupación ha suscitado entre los bogotanos, luego de que el alcalde Carlos Fernando Galán diera a conocer que en la ciudad capitalina habría racionamiento de agua.
Esta decisión se tomó pese al bajo nivel de los embalses que generan energía eléctrica para la capital del país, esto, debido a la temporada de sequía que azotó a varias ciudades del país en el primer bimestre del año.
Por tanto, desde este 8 de abril empezará a regir la medida anunciada por el mandatario, y durará, al menos, más de tres horas. Sin embargo, habrá una sola localidad de Bogotá en la que no habrá racionamiento de agua, ya que cuenta con un embalse que aún no tiene los niveles en riesgo.
Se trata de Usme, una zona ubicada al extremo suroriente de Bogotá, la cual, según informó Infobae, dispone del embalse El Dorado que garantizará el suministro del agua para los usmeños que, en varias oportunidades, han sufrido por el desabastecimiento del servicio, específicamente cuando hay problemas con el mantenimiento y tratamiento en esta planta.
Cabe mencionar que, aunque en esta zona no aplicará la medida, las autoridades han hecho un llamado a los habitantes de la localidad para cuidar el agua y no excederse, pues en un futuro, si podrían atravesar un posible racionamiento.
De otro lado, a nivel nacional, XM, operador del mercado eléctrico, hizo un llamado urgente al Gobierno para que se adopten medidas que mitiguen la materialización de un riesgo de apagón.
En la carta al Ministerio de Minas y Energía, XM recalcó que el nivel de los embalses está peligrosamente bajo y su volumen útil está llegando a los límites.
Bogotá, en estos momentos, se encuentra en un momento crítico, pues el embalse de Chingaza se encuentran en un 16 % de su capacidad, muy por debajo de lo que debería estar, según la CAR Cundinamarca.
Los embalses de Chuza y San Rafael constituyen el núcleo de este sistema. El primero tiene embalsado solo el 15 % de su capacidad, mientras que el segundo tiene embalsado el 18 %. Ambos están en tendencia descendente.