De acuerdo con el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), 837 líderes sociales y excombatientes han sido asesinados en Colombia desde la firma del Acuerdo de Paz en noviembre de 2016 hasta el 1 de junio de 2019.
Entre esa última fecha y el 25 de junio se han tenido noticias de más de 17 nuevos casos. Francia Elena Márquez Mina, lideresa afrocolombiana que defiende los derechos humanos y ambientales, se refirió a este sensible tema en el conversatorio ‘Liderazgo social afrocolombiano: una apuesta por la vida’, realizado por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Estamos frente a un Estado criminal que, por acción o por omisión, está permitiendo el genocidio y el exterminio étnico, físico y cultural del pueblo negro, del pueblo indígena, de las comunidades campesinas y de distintos sectores sociales que le hemos apostado a la paz en este país”, afirmó la lideresa caucana.
Lea también: Investigarán al alcalde de Tierralta, Córdoba, por el asesinato de María del Pilar Hurtado
Cabe recordar que Francia Márquez fue desplazada de Suarez (Cauca) a finales de 2014 debido a las amenazas que recibió por sus iniciativas de lucha en contra de la minería ilegal.
En 2015 recibió el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, en la categoría ‘Defensora del año’. En abril de 2018 ganó el Premio Medioambiental Goldman y actualmente es parte del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia.
A principios de mayo de este año denunció un atentado en su contra cuando preparaba una reunión con el Gobierno Nacional para tratar temas de la minga indígena del Cauca. Dos escoltas de la Unidad Nacional de Protección resultaron heridos luego de un ataque con
granadas.
En el conversatorio, Márquez añadió que la paz no es simplemente la firma de un acuerdo entre dos actores armados, sino que esta implica la erradicación del racismo estructural en el país. También se refirió a la situación que siguen atravesando territorios como Tumaco, Chocó y el norte del Cauca, donde los grupos armados ilegales no cesan de reclutar jóvenes de manera violenta.
“La paz implica garantías de justicia. Cuando en este país asesinan a la gente y la Fiscalía no responde, no investiga, deja que los procesos se venzan, no hace nada frente a las amenazas que recibimos y nunca puede dar respuesta sobre eso, termina haciéndoles un favor a los
victimarios. La impunidad se ha vuelto un premio para ellos”, expresó la lideresa.
Cuesta menos sustituir cultivos que fumigar con glifosato
En Colombia, muchos líderes que defienden la vida y el territorio han recibido amenazas y son objetivo militar. Así lo dijo Márquez, quien se refirió especialmente a aquellas personas que se enfrentan a las multinacionales mineras, a la política extractivista, a la minería ilegal,
a los monocultivos de palma aceitera o de caña de azúcar y a los cultivos ilícitos de coca.
“¿Por qué si cuesta menos la sustitución de cultivos ilícitos se opta por el valor más alto, que es la fumigación con glifosato? La conclusión es que no están buscando acabar con esos cultivos, sino que quieren sacar a las comunidades de sus territorios: las dejan envenenadas, sin agua y sin espacio para producir sus alimentos, entonces la gente se ve obligada a salir”,puntualizó la lideresa.