El pasado domingo 7 de julio, en todo el territorio nacional comenzó a implementarse la Ley 2232 de 2022, que tiene como objetivo eliminar algunos plásticos de uso único. Por lo tanto, desde ese día ya no se encuentra en el mercado materiales como mezcladores de bebidas, bolsas para periódicos, revistas y las usadas en lavandería y rollos de sacos en supermercados.
Esta medida, según Luisa Santiago, directora ejecutiva para América Latina de la Fundación Ellen MacArthur, es fundamental para frenar la contaminación.
“Para lograr una economía circular para los plásticos, en la que nunca se conviertan en residuos o contaminación, necesitamos actuar en tres frentes fundamentales: eliminar todos los artículos de plástico que son innecesarios y problemáticos (incluidos los que contienen sustancias químicas peligrosas o son difíciles de reciclar); mantener en circulación todos los artículos de plástico que son necesarios para que no terminen en el medio ambiente; e innovar para garantizar que los plásticos que necesitamos sean de hecho reutilizables, reciclables o compostables en la práctica y a escala”, sostuvo Santiago.
Ante esto, la fundación mencionada creó una estrategia para las empresas con el fin de que puedan crear productos y modelos de negocio alternativos al plástico de un solo uso, basados en la economía circular del plástico. Esta iniciativa conocida como ‘Guía de Innovación en el Origen’, la cual muestra ejemplos y estrategias de cómo las empresas pueden rediseñar sus productos para que no generen residuos; entre estas se encuentran la eliminación, la reutilización y la circulación.
La eliminación puede ser directa o indirecta. La eliminación directa es para envases que no cumplen una función esencial como los envases de película en latas de compra múltiple. Y la eliminación innovadora se trata de eliminar un envase a través de la innovación que es el caso de los champús y acondicionadores en barra, que ya no necesitan un recipiente para llegar al consumidor.
Sobre la reutilización de envases es una estrategia para los casos en que el embalaje es necesario, puede asumir diferentes diseños. Los consumidores pueden reutilizar un contenedor propio para recargar el producto deseado en un establecimiento, pueden comprar un producto en embalaje reutilizable y devolver el embalaje a la tienda; pueden recibir el producto en casa para hacer la recarga, o pueden tener un servicio de recogida de envases reutilizables en casa.
Y respecto a la circulación de materiales se ocupa del reciclaje y compostaje de plásticos para que permanezcan en la economía. Lo innovador consiste en crear materiales que sean compostables y reciclables y que se compostan y reciclaran en la práctica. Asimismo, la fundación recomienda pensar en la sustitución de materiales más problemáticos, como el plástico, por otros como papel o aluminio, cuya circulación (en este caso, el reciclaje) ya está más establecida.