Pereira vivió momentos de alerta durante la noche del domingo 23 de julio y la madrugada del 24 de julio cuando se reportó la fuga de dos chimpancés del bioparque Ukumarí, lo que generó temor entre los habitantes del sector de Cerritos. La situación se volvió aún más delicada cuando se divulgaron videos de los animales en libertad, lo que provocó preocupación en la comunidad.
Ante la gravedad de la situación, las autoridades locales y el equipo del bioparque actuaron rápidamente para capturar a los chimpancés y garantizar la seguridad de la población. Tras varias horas de búsqueda, los animales fueron localizados y, lamentablemente, se tomó la difícil decisión de sacrificarlos debido al riesgo que representaban para la comunidad.
Uno de los aspectos que llamó la atención y generó controversia en medio de este suceso fue el vínculo del reconocido empresario de circos, Raúl Gasca, con uno de los chimpancés, al que se le identificó como “Panchito”. Gasca hizo pública su relación con el primate a través de su cuenta personal de Instagram, compartiendo imágenes en las que aparecían juntos y expresando su tristeza por lo ocurrido.
En una entrevista con Blu Radio, Raúl Gasca habló sobre su conexión con el chimpancé: “Era como un hijo mío, yo lo crié”. Según sus palabras, él había donado al animal al parque frente al aeropuerto años atrás, pero había mantenido un lazo cercano con él desde su crianza. Gasca recordó una situación ocurrida hace 17 años, cuando Panchito ya se había escapado y el aeropuerto tuvo que cerrar debido a la situación.
El empresario también expresó su tristeza por la muerte de Panchito y cuestionó el procedimiento utilizado para enfrentar la emergencia. Se mostró afectado por la noticia de que el chimpancé fue abatido con un arma de fuego y afirmó que no quiere culpar a nadie porque no estuvo presente durante el incidente.
Esto dijo el parque de donde se escaparon los chimpancés
Por su parte, el bioparque Ukumarí respondió a los cuestionamientos sobre la actuación frente a la fuga de los chimpancés. En una rueda de prensa transmitida a través de su cuenta de Instagram, afirmaron que el procedimiento se ajustó a la emergencia y se declaró “código rojo” debido a la agresividad de los animales, lo que hizo necesario tomar medidas drásticas para proteger la seguridad de la comunidad.
La muerte de los chimpancés ha generado un debate sobre el manejo de la situación y ha puesto en el centro de la discusión el equilibrio entre la protección de los animales y la seguridad de las personas. En medio de la polémica, las autoridades y el bioparque han defendido su actuación, resaltando que la decisión de sacrificar a los chimpancés fue tomada con el objetivo de evitar cualquier riesgo para la población.
Este triste episodio ha puesto de relieve la importancia de contar con protocolos de seguridad efectivos para manejar situaciones de emergencia con animales en cautiverio y ha generado reflexiones sobre la convivencia entre los seres humanos y la fauna silvestre. La comunidad de Pereira espera que este suceso sea una oportunidad para revisar y mejorar los procedimientos para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro.
Los habían grabado deambulando en la calle
Varios videos captados por personas que presenciaron el inusual suceso fueron compartidos en redes sociales, mostrando a los dos chimpancés deambulando por el parque Consotá, lo que generó sorpresa y temor entre quienes los observaban.
En uno de los videos, se puede escuchar a una persona pidiendo que no molesten a los animales y que se comunique con el zoológico para que los chimpancés sean rescatados y llevados de regreso al bioparque.
Los dos chimpancés, identificados como ‘Pancho’ y ‘Chita’, llevaban aproximadamente siete años residiendo en el Bioparque Ukumarí. Esta situación provocó preocupación en la comunidad, ya que los chimpancés son animales salvajes y su interacción con el entorno urbano podría representar un riesgo tanto para ellos como para las personas.