En la mañana de este 9 de noviembre, se registró el asesinato de un trabajador del ingenio azucarero Incauca, en el corregimiento Obando, zona rural del municipio de Padilla, norte del Cauca.
Se trata de Guillermo José Villegas Fince, quien estuvo en esa compañía por nueve años, y se desempeñaba como trabajador del área de seguridad.
De acuerdo con lo expuesto en un comunicado del Sector Agroindustrial de la Caña, Asocaña, cuando Villegas se encontraba realizando un recorrido por los cultivos de caña en un vehículo de seguridad del ingenio, fue interceptado por desconocidos que le dispararon hasta causarle la muerte.
Incauca y Asocaña inmediatamente rechazaron y lamentaron los actos violentos ocurridos, que acabaron con la vida del colaborador.
Por su parte, Incauca le envió un mensaje de solidaridad y condolencia a la familia de la víctima, al igual que Asocaña, quien extendió sus condolencias, no solo a los familiares, sino a sus compañeros del ingenio.
Esta no sería la primera vez que este tipo de hechos se presentan en los ingenios azucareros del país, por ello ambas corporaciones le hicieron un llamado a las autoridades para que se tomen las medidas necesarias y frenar estos hechos.
“No podemos seguir tolerando la falta de garantías para los trabajadores del campo en Colombia, especialmente en el norte del Cauca. Este crimen se suma a muchos otros delitos de los cuales son víctimas los trabajadores del campo en esta región, que incluyen ataques con armas de fuego, hurtos, intentos de homicidio, extorsiones, entre otros”, se lee en uno de los párrafos del comunicado divulgado por Asocaña.
Por su parte, en la misiva presentada por Incauca, se señaló: “Nuevamente, hacemos un llamado a las autoridades competentes para que brinden su máximo apoyo y realicen acciones contundentes en pro de la vida y la seguridad de todos los habitantes de la región”.
Igualmente, Asocaña enfatizó en que este tipo de hechos son recurrente en los ingenios, por ello aseveró: “Exigimos una intervención urgente y estratégica para garantizar la seguridad de los trabajadores del campo en el norte del Cauca, afectados a diario por la presencia y accionar de pandillas, bandas delincuenciales y grupos al margen de la ley, así como la celeridad en las investigaciones y procesos judiciales para desincentivar la impunidad en la región”
Y se concluyó en el comunicado: “El bienestar, progreso y desarrollo de las comunidades de este departamento, al igual que de todo el suroccidente colombiano, empiezan por tener garantías de seguridad y justicia para todos”.
Y es que precisamente, al inicio de este año, se presentaron dos asesinatos en el ingenio azucarero, al parecer, por invasores.
De acuerdo con las hipótesis, los invasores, que intentaban apoderarse del predio, cubrían sus rostros con capuchas y agredieron a los trabajadores con armas de fuego, causando así la muerte de dos empleados y dejando varios heridos. Asimismo, se llevaron a una persona a la fuerza.
Por esta razón, en ese momento, Incauca rechazó los actos de violencia y denunció que estas invasiones a sus predios, se vienen presentando desde el año 2014.
“Este atroz hecho es el más grave de una serie de agresiones contra la integridad de los trabajadores, sumado a otros ataques como incendios a cultivos, destrucción de maquinaria e instalaciones de diferentes predios que han sido objeto de invasión. Incauca rechaza los ataques contra la propiedad privada que se vienen presentando desde diciembre de 2014, y que se han venido agravando en su violencia, hasta desembocar en la tragedia de hoy que enluta a dos familias de campesinos trabajadores del campo”, se resaltó en un documento divulgado por el ingenio azucarero.