La Fiscalía General de la Nación formuló cargos a la exreina de Santander, María Claudia Peñuela Cornejo, por, al parecer, haberse aprovechado de las condiciones mentales de un hombre para quedarse con una millonaria fortuna en inmuebles.
Peñuela Cornejo fue declarada en el 2001 como la mujer más hermosa del departamento de Santander.
Hoy, está alejada de las pasarelas, pero debe recorrer los despachos judiciales debido a que la Fiscalía N.° 1 de Bucaramanga la acusó a ella y a su mamá del delito de abuso de condiciones de inferioridad en contra de Miguel Alfonso Nieto Pallares, a quien, al parecer, madre e hija le habrían quitado propiedades por más de 1.500 millones de pesos.
La historia inició en el 2016 cuando Nieto Pallares y su esposa Elizabeth Velásquez, decidieron vender el Edificio Sampayo, que era de su propiedad, y que está ubicado en el barrio Cabecera del Llano.
Fue así como al adulto mayor llegó hasta Leonardo Ortiz Solano, Ómar Alfredo Ortiz Solano, y Diana Milena Sánchez Silva, quienes serían los compradores para llegar a un acuerdo.
Las tres personas recibirían el edificio y a cambio entregarían a los adultos mayores, un lote que tenía dos hectáreas urbanas de tierra, ubicadas en la vereda Río Frito, del municipio de Girón.
La permuta se concretó el 30 de marzo de 2024 y estuvo pactada en 2.000 millones de pesos.
Según la Fiscalía, tres meses después, el 2 de junio, madre e hija, María Elvira Cornejo de Peñuela y María Claudia Peñuela Cornejo (exreina), en común acuerdo “y con el fin de obtener provecho ilícito para sí, a sabiendas del trastorno mental que padecía Nieto Pallares, lo indujeron a negociar y transferir a título de compraventa” varios inmuebles.
Según una investigación conocida por la revista Semana dio cuenta que la exreina y su mamá se hicieron poseedoras de un local parqueadero, una oficina y un local-vivienda, propiedades que eran parte del Edificio Sampayo. Dichos inmuebles tenían un valor cercano a los 1.700 millones de pesos.
A pesar de ello, la exreina y su madre procedieron a realizar acciones que resultaron en detrimento de Nieto Pallares. Dichas acciones también contribuyeron a un incremento no justificado del patrimonio de las Cornejo.
Pese a ello, parece ser que en acuerdo con los hermanos Ortiz, engañaron a Nieto Pallares llevándolo a la Notaría Sexta de Bucaramanga. Allí, con el uso de un poder previamente otorgado por Velásquez y su esposo, transfirieron los bienes a la exreina.
La exreina y su mamá podrían enfrentar una pena de hasta 12 años de prisión, por causar perjuicios en salud, morales y económicos a las víctimas por un valor de 1.680 millones de pesos.
Los estafaron
La Revista Semana indica que Elizabeth Velásquez, viuda de Nieto Pallares, señaló que el negocio no fue transparente y que la dejó viviendo en la calle, ya que perdió el patrimonio que había construido con su esposo y que era la herencia para sus hijos.
“Mi esposo murió a los cinco meses después de la estafa, sus enfermedades se agravaron, sufría de párkinson y luego le dio un cáncer terminal”, contó.
Asegura que a ella y su esposo la estafaron los hermanos Ortiz Solano, quienes, valiéndose de una promesa de compraventa, terminaron negociando el edificio con la exreina y su mamá.
“A mi esposo ellos lo sacaron de la casa todo enfermo el 2 de junio de 2016, se aprovecharon que yo estaba en el médico sacándole citas médicas y se lo llevaron a la notaría para que firmara los papeles. La mamá de la reina llenó los formularios para que él los firmara, incluso se demoraron una hora tratando de poner la firma de él porque la mano no se le quedaba quieta”, detalló Velásquez.
Dentro de la acusación, la Fiscalía también menciona a los hermanos Ortiz Solano y a Sánchez Silva, a quienes acusa de concierto para delinquir y estafa agravada.
Según la esposa del propietario del inmueble, estas personas fueron los artífices de su desgracia, pues ellos aparecieron de la nada como supuestos compradores de buena fe.
“Entre ellos (hermanos Ortiz Solano y la exreina) pactaron la entrega de 1.100 millones de pesos, una finca y una camioneta, nosotros como propietarios nunca recibimos nada, yo me quedé en la calle y fuera de eso, la exreina me puso una demanda de desalojo”.
Tras la acusación de la Fiscalía, la exreina respondió a través de un comunicado mencionando que se trata de una denuncia temeraria por parte de los familiares del expropietario de los inmuebles.
“Tenemos todas las pruebas para afirmar que la denuncia penal fue una denuncia temeraria y se tomarán las respectivas acciones disciplinarias y penales por dicho actuar temerario”.