Un viaje que prometía ser inolvidable terminó convirtiéndose en una pesadilla para la colombiana Marcela Toro y su familia, cuando el pasado 15 de enero fueron detenidos y maltratados por las autoridades migratorias mexicanas, en Cancún, lugar donde pasarían sus vacaciones.

La colombiana denuncia por redes el trato que recibió de parte de las autoridades migratorias de México | Foto: Getty Images/iStockphoto

A través de su cuenta en TikTok, la mujer, quien aparece como @ginistoro1, expone cómo sus vacaciones y celebración de cumpleaños terminó en un calvario. Ella llevaba los pasaportes de todos sus acompañantes y al acercarse a la ventanilla, un funcionario de migración le solicitó que debían separarse y ellos conformaron 3 grupos: en el primero estaba ella, su esposo e hijos; en el segundo, su hermana, esposo, hijos, niñera y amigos; y en el tercero, estaban los padres, una prima, un sobrino y dos amigos.

El grupo detenido tuvo que pasar la noche en una celda, según relata la viajera | Foto: Getty Images

De acuerdo con lo que relata la mujer afectada, ya había viajado a Cancún en cinco oportunidades seguidas, ya que era su sitio favorito, por ende, cuando les solicitan varios documentos, entre ellos los comprobantes de estadía de hotel y tiquetes de regreso, todos estaban en regla.

Posterior a la solicitud, les realizaron entrevistas individuales donde les preguntabna hasta sus estados financieros. No obstante, sin explicación alguna, no los dejaron ingresar.

Nos dijeron que no nos dejarían entrar al país y que nos iban a retornar a Colombia (...). Quedamos devastados, porque no podíamos creer que nos estuviera pasando esto a nosotros”, expuso Toro, quien añadió que tenían absolutamente todo pago y hasta visa americana.

La familia posteriormente fue retenida por varias horas y les quitaron los celulares y pasaportes, impidiéndoles comunicarse con sus familiares y solo pudieron hacer una llamada de cinco minutos gracias a que la hermana de Marcela tenía ‘roaming’ internacional.

Después de esto, los llevaron a una “sala de espera”, mientras esperan su vuelo de retorno, y antes de ingresar al cuarto, les explicaron que no podían traer nada, ni alimentos. A partir de eso, ellos notaron que algo no estaba bien, ya que era una sala de detención y fue uno de los momentos más críticos, especialmente para los niños y un bebé de año y medio. “Uno como adulto puede aguantar para comer, pero los niños tenían demasiada hambre”, sostuvo, y agregó que sus hijos encontraron una caja con sobras de otros pasajeros detenidos y comieron de ella, ante el hambre que tenían.

Además, tuvieron que pasar la noche en condiciones precarias en una sala fría. “Nos hicieron dormir en el piso, en condiciones horrosas”. Ya que según relató la colombiana, nos les dieron mantas ni almohadas.

Finalmente, uno de los amigos logró llamar a las autoridades de Colombia y tras la intervención del Consulado colombiano, la familia pudo comunicarse con sus allegados y recibir información sobre su vuelo de regreso a Colombia esa misma noche. Sin embargo, Marcela cuestionó el trato recibido, la indiferencia de las autoridades e hizo un llamado a otros viajeros para que reconsideren su decisión de visitar Cancún.