Por medio de una carta pública, Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, le exigió a esta guerrilla reunirse para discutir la práctica del secuestro.

“El rechazo e indignación expresados por la opinión pública nacional e internacional frente al secuestro del señor Luis Manuel Díaz, y de los secuestrados que aún ustedes tienen en su poder, aunado a sus inaceptables justificaciones para seguir secuestrando, exigen una reunión urgente y extraordinaria entre las jefaturas de las dos delegaciones antes del próximo ciclo”, dice el texto dirigido a Pablo Beltrán, jefe de la delegación del Ejército de Liberación Nacional.

Otty Patiño pide a 'Pablo Beltrán' reunión "urgente" por justificaciones del ELN ante el secuestro | Foto: Redes sociales.

Este pedido surge después de que se diera a conocer que el quinto ciclo de conversaciones iniciaría la próxima semana en México y tiene como contexto las declaraciones de Antonio García, jefe del ELN.

Hay que recordar que el pasado 12 de noviembre, tras la liberación del papá de Luis Díaz, el máximo cabecilla del ELN, publicó varios mensajes en su cuenta X, antes Twitter, en donde defendió los secuestros realizados por la guerrilla.

“No existe dicho acuerdo donde el ELN se haya comprometido a no realizar operaciones de finanzas, entre ellas privaciones de libertad con carácter económico, para obtener recursos que permitan sostener sus estructuras”, señaló el comandante de la guerrilla.

Y dijo que “todas las estructuras del ELN tienen la orientación de realizar operaciones militares para conseguir finanzas, pues no nos financiamos del narcotráfico, somos una organización pobre como la mayoría de los colombianos y no nos avergüenza”.

Frente a esa orientación, señaló que los Frentes de Guerra han enviado varios comandos a hacer lo que denominan operaciones de finanzas, y que lo que ocurrió con don Luis Manuel Díaz fue un error que no se reportó a la plana mayor del grupo armado ilegal.

“Los mandos del Frente de Guerra Norte no informaron al Comando Central que entre sus objetivos estaba un familiar de Luis Díaz, lo hizo luego de ejecutar dicha operación, por tal razón al enterarse el Comando Central lo señaló como un error y ordenó su liberación”, recalcó el cabecilla.

“Es insostenible argumentar, desde un punto de vista ético, que comerciar con seres humanos es lícito, aún bajo las condiciones de un conflicto armado”, dice el comunicado firmado por todos los negociadores que fue publicado tras el secuestro de ‘Mane’ Díaz.

En este aspecto, el cabecilla asegura que “están abiertos a conversar en la mesa sobre este tema financiero para construir soluciones efectivas”. Sin embargo, agrega que “no puede pedírsele al ELN que desaparezca o se desarme si aún no existe ningún acuerdo sobre cambios del país, aún todo está por discutirse. El cese al fuego aún es temporal”.

Al cierre de su columna, Antonio García asegura que el Gobierno nacional se equivoca en los diálogos con el ELN, pues, en su opinión, “se pretende, con la manipulación mediática, cambiar las reglas de juego que se han pactado en la mesa ante la comunidad internacional y al querer sus puntos de vista”.

“Este error cometido debe servir para reflexionar sobre las causas de fondo que lo ocasionaron para no continuar esquivando en la mesa de diálogos el tema financiero del ELN”, añadió.

¿Qué dicen los delegados del Gobierno?

Para los delegados, el secuestro es un crimen que ultraja cruelmente la dignidad humana, provoca inmenso sufrimiento a las familias y comunidades y vulnera la humanidad del secuestrado en su más profunda intimidad.

Otty Patiño, delegado del Gobierno para los diálogos con el ELN, habló después del secuestro del padre de Luis Díaz. | Foto: Montaje El País

“Este tipo de crimen ocasiona un grave daño a la confianza de la sociedad colombiana sobre la posibilidad de alcanzar la paz y se convierte en un gran obstáculo para llegar a los acuerdos y a las transformaciones que se puedan pactar a través de un diálogo responsable y libre. La práctica sistemática del secuestro es enemiga de la paz, genera odios difícilmente superables contra sus perpetradores, es un delito continuo -ya que se prolonga más allá del acto mismo de la retención-, genera una angustia permanente para el secuestrado y sus seres queridos y un rechazo total por parte de la comunidad nacional e internacional”, escribieron los integrantes de la mesa de negociación con la que es la guerrilla más antigua del continente.