En medio de una compleja situación de violencia que viven algunas regiones de Colombia, las cuales generan incertidumbre sobre el futuro de los diálogos de paz, el gobierno del presidente Gustavo Petro informó sobre avances en al menos cinco mesas con grupos armados ilegales.

Entre los principales resultados positivos, destacan la reanudación de conversaciones con la disidencia de Wálter Mendoza, acuerdos de protección territorial con la disidencia de Calarcá Córdoba, las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y compromisos de no reclutamiento con bandas criminales de Buenaventura.

El comisionado de paz se ha venido reuniendo con diferentes grupos armados para buscar la paz total que propone el presidente Gustavo Petro.

Disidencia de Calarcá Córdoba: avances en tierras y protección del territorio

El diálogo con el Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), liderado por las disidencias de Calarcá, registró un avance en temas de acceso a tierras y protección de comunidades campesinas. El pasado 9 de marzo, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó 63 títulos de propiedad, lo cual corresponde a 8.153 hectáreas, a 315 campesinos en San Vicente del Caguán.

Además, en las próximas semanas el Estado desarrollará el séptimo ciclo de diálogos con dicho grupo, y en el comunicado final se dejó abierta la posibilidad de extender el cese al fuego, el cual finaliza el próximo 15 de abril.

Disidencia de Wálter Mendoza: reanudación del diálogo tras captura de ‘Araña’

Tras la aprehensión de uno de los líderes de la disidencia: Giovany Rojas, alias Araña, el pasado 13 de febrero, se generó una fuerte tensión entre los miembros de la mesa de negociación y los combatientes, lo cual puso en riesgo el diálogo con este grupo, al considerarse como una posible violación a los acuerdos de garantía de los negociadores.

El Gobierno, mediante la Agencia Nacional de Tierras, les está prometiendo a los campesinos que les entregará los predios rurales que están en poder de la SAE y del Fondo de la Unidad para las Víctimas.

Sin embargo, tras varias reuniones, el Gobierno y la disidencia acordaron reanudar la mesa de negociación y continuar con el proceso de paz. En el nuevo compromiso se incluyó la creación de una subcomisión jurídica para abordar la situación legal de los disidentes y la reactivación de los programas de sustitución de cultivos ilícitos en Nariño.

Según informó la mesa a través de un comunicado oficial: “La delegación del Gobierno Nacional y la delegación de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano reafirmaron su compromiso de reactivar la mesa, continuar los diálogos de paz, definir las garantías para restablecer la confianza, aportar en la transformación territorial y fortalecer la autonomía de las comunidades”.

Bandas criminales en Buenaventura

En el puerto de Buenaventura, los grupos criminales locales Shottas y Espartanos, quienes se enfrentan por el control territorial, han sostenido un diálogo con el Gobierno para cesar el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.

A pesar de este compromiso, la tregua entre las bandas sigue siendo frágil, ya que en las últimas semanas se han reportado nuevos enfrentamientos. El reto del Gobierno ahora es consolidar esta negociación y transformar los acuerdos en medidas concretas que reduzcan la violencia en la zona.

Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada

Las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) son un grupo al margen de la ley originario del paramilitarismo y que cuenta con una fuerte presencia en la costa Caribe. Por ende, el Estado activó los diálogos y hasta el momento acordaron no reclutar menores ni presionar económicamente a las comunidades locales.

Este compromiso con las ASCN es clave para reducir el impacto del conflicto en la población civil. | Foto: Ninguno

ELN: incertidumbre en la mesa de negociación

El proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sigue siendo el más inestable. Tras el ataque del ELN en el Catatumbo, que dejó víctimas civiles, el Gobierno suspendió temporalmente los diálogos, generando incertidumbre sobre el futuro de la negociación.

Como un intento por reactivar el proceso, la delegación convocó un Congreso por la Paz para el próximo 5 de abril, no obstante, aún no hay claridad referente a la disposición del grupo delincuencial para abandonar la lucha armada.