Griselda Blanco, líder del narcotráfico y llamada ‘La viuda negra’, ha vuelto a salir a la luz gracias a la serie estrenada en Netflix y protagonizada por la reconocida actriz Sofía Vergara, aumentando nuevamente el interés por su historia y varias controversias alrededor de la producción.
Fue durante las décadas de 1970 y 1980, que la criminal se convirtió en una de las figuras más buscadas en el ámbito internacional, llegando a trasladar más de una tonelada de cocaína al mes a Estados Unidos, especialmente a Miami, y fue vinculada con más de 250 homicidios.
La vida de la narcotraficante dio un giro inesperado cuando fue capturada en Estados Unidos, pasando cuatro años en prisión, pero siendo liberada por razones de salud.
Pese a que se llegó a pensar que la mujer había abandonado el negocio ilícito del narcotráfico, así no fue y le cobró un gran costo, porque en las calles de Medellín, el 3 de septiembre de 2012, un sicario le disparó dos veces en la cabeza, matándola en el momento con 69 años.
El asesino de ‘La viuda negra’ tenía cerca de 30 años y las autoridades dedujeron que el crimen había ocurrido por un ajuste de cuentas pendientes, cuando Griselda aún vivía en Colombia y no había trasladado su negocio de las drogas a Estados Unidos.
Recientemente, la historia de su vida volvió a ser comentada por todos por la serie de Netflix que hasta el momento, pese a su poco tiempo de haber salido al aire, ha cosechado un gran éxito a nivel mundial.
Como relata la producción, la muerte de Griselda Blanco no fue el único episodio trágico para su familia, compuesta por varios hijos, de los cuales tres protagonizaron violentos fallecimientos.
Dixon, era su primogénito y fue asesinado después de ser liberado de prisión, al igual que su esposo Carlos Trujillo en 1992. Asimismo, Uber y Osvaldo fueron víctimas del negocio de la droga que les costó la vida por ajustes de cuentas, mientras Griselda permanecía en prisión.