En las últimas horas, las autoridades habrían logrado recuperar los restos mortales del padre Darío Valencia Uribe, luego de la confesión de un amigo suyo, quien aseguró que lo asesinó y abandonó su cuerpo en un lugar apartado entre los departamentos de Risaralda y Caldas.
Este hallazgo se hizo luego de que el confeso asesino, Julián Eduardo Cifuentes Gómez, diera las coordenadas exactas del lugar donde habría arrojado el cuerpo, luego de segarle la vida con cuatro impactos de bala.
Cabe recordar que el confeso criminal se encuentra detenido en Francia, ya que pocos días después de cometer el asesinato, huyó a París, pero fue detenido gracias a una circular azul de Interpol, ya que su salida generó sospechas entre las autoridades colombianas, quienes investigaban la desaparición del religioso.
Estas indicaciones llevaron a las autoridades hasta Belalcázar, Caldas, donde en un paraje apartado fue encontrada una osamenta, la cual fue dejada a disposición de Medicina Legal, para que determine la identidad.
“Como parte de la acciones investigativas dispuestas por la Fiscalía General de la Nación, a través de la Seccional de Risaralda, con ocasión de la desaparición del sacerdote Darío Valencia Uribe, un equipo especializado del CTI apoyado por la canina especializada en búsqueda de restos humanos y la participación del Gaula de la Policía Nacional, realizó la diligencia de exhumación de un cuerpo humano en la vereda La Cascada, en Belalcázar (Caldas). Los restos serán entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para avanzar en las labores científicas y forenses que permitan la plena identificación. Al culminar ese proceso se harán las comunicaciones respectivas”, señaló la Fiscalía General de la Nación sobre este hallazgo.
Por el momento, las autoridades colombianas adelantan los trámites correspondientes para dar inicio con el proceso de extradición hacia al país de Julián Eduardo Cifuentes, para que entregue más información del crimen y responda ante las autoridades nacionales.