Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá, GEB, habló sobre el grave problema que se avizora a mediano plazo en el panorama nacional, sobre un posible apagón.
“No tenemos en el centro del país suficiente energía para abastecer la región y dependemos de las líneas de transmisión que traigan de otras partes. Hoy el Guavio tiene apenas un 4% del agua, está totalmente seco”, afirmó en diálogo con Noticias Caracol.
En ese sentido, Ortega afirmó que se depende de las líneas que permiten traer energía de Ituango, Sogamoso o el sur de Colombia. “Si no somos capaces de tener las líneas de transmisión que hacen falta para poder traer energía Bogotá está muy expuesta a que, si se daña una de las turbinas de Termozipa o no funciona una de las líneas de transmisión, quedemos en una situación de restricciones”, enfatizó.
Frente a esta respuesta, el periodista del anterior medio mencionado, cuestionó al funcionario de “¿Cuánto tiempo queda de energía para Bogotá?”.
Ante esto, el presidente del GEB reconoció que “Es difícil de prever una fecha exacta, pero ya hoy estamos en una situación muy vulnerable”.
Ortega enfatizó que la demanda de energía de marzo creció un 8 %. “Estás viendo un cambio en el mundo. De hecho, New York Times lo tituló como ‘la gran crisis que se viene es falta de energía eléctrica’, porque tienen data center que demandan cientos de miles de veces de lo que demanda un hogar. Es un negocio que tienen mucho sentido en el centro del país, porque el frío de la Sabana te evita los costos de mantener los equipos de sistemas en las temperaturas que requieren. Este tipo de inversiones aumentan la demanda de energía muy importante, entonces requerimos construir mucha infraestructura”.
El funcionario anotó que las normas no son proactivas para que este tipo de proyectos avancen rápido. “No tiene sentido que las normas que están hechas para parar proyectos de minería y petróleo terminen teniendo un obstáculo para tener la infraestructura eléctrica, la cual es coherente con la transformación que está teniendo la economía mundial hacia la electricidad”.
Por último, el presidente del GEB agregó que “hay que confiar en que somos capaces entre todos de resolver los temas a tiempo y nos preocupamos más bien en trabajar en equipo para resolverlo, pero si no hacemos algo en equipo vamos a poner un riesgo donde la ciudadanía puede sufrir mucho”.