Se recuerdan los momentos de pánico que se vivieron el pasado 18 de abril en la Clínica Medellín, ubicada en El Poblado, donde un hombre asesinó a Juan Guillermo Aristizábal, reconocido urólogo antioqueño, quien trabajaba en ese centro médico desde hace varios años.
“Lamentamos profundamente la muerte violenta de nuestro médico egresado, el doctor Juan Guillermo Aristizábal Vásquez, que se desempeñaba como urólogo en la Clínica Medellín. Extendemos a su esposa, María Isabel Trujillo, y a sus hijos, Paulina y Miguel, nuestras más sentidas condolencias y un abrazo fraterno en este difícil momento”, indicó en su momento la Universidad CES.
Poco tiempo después de que ocurrió el crimen, las autoridades indicaron que el paciente John Ferney Cano, fue el responsable de la toma del consultorio, en el que agredió a la asistente de Aristizábal y le disparó al médico, para luego quitarse la vida.
Luego de lo sucedido ese día se han ido revelando más detalles, sobre todo lo que hubo detrás del crimen, el cual fue planeado por el paciente con varias semanas de anticipación en el que escribió un libro de 369 páginas que tituló ‘Memorias de un loco sensible: historias ocultas sobre la circuncisión’, un procedimiento al que había sido sometido por ese médico.
“El que hizo esta mierda tiene que pagar con su vida. Sabía que no me iba a aliviar. ¿No sé cómo le pueden llamar a eso una cirugía menor? De menor no tiene nada, es una vil mutilación que, a mi juicio, daña la belleza de un pene natural. Aunque tiene sentido siempre y cuando alivie algo, pero yo acababa de descubrir que había perdido mi tiempo y mi dinero”, dice uno de los apartados escritos por Cano.
De su lado, Marcela Cano, la hermana del implicado, habló con Noticias Caracol y contó que el hombre estaba atravesando por un momento difícil en el que tenía mucho dolor en sus genitales desde hace nueve años y fue por esa razón que acudió al urólogo, pero luego de su circuncisión su estado empeoró.
Además, según ella, el detonante que llevó a que el joven decidiera cometer ese atroz crimen es que “ese procedimiento que le hicieron no le quitó el dolor, antes lo afectó más, porque ya no era solo el dolor que tenía, sino que tenía que lidiar también con la circuncisión que le sangraba, le sacaba pus. Uno no sabe eso, pero que estaba mal hecha”.