La mejor enseñanza es aquella que se visibiliza cuando se retribuye, con palabras y gestos de mucho amor, al docente o a la docente, a pesar del paso del tiempo.

Sí, cuando esa persona que formó a pequeños o pequeñas es recordada desde los corazones de aquellos que ahora ya son hombres o mujeres, significa que ha contribuido a forjar grandes proyectos de vida, pero también ciudadanos o ciudadanas que le aportan al desarrollo de una sociedad.

La hermana María Francisca Sánchez Santur o Hermana Laurita, como es conocida cariñosamente en la ciudad de Popayán, hacer parte de la comunidad religiosa que está al frente del colegio San José de Tarbes. | Foto: Suministrada

Este es el caso de la hermana María Francisca Sánchez Santur o hermana Laurita, como es conocida cariñosamente en la ciudad de Popayán esta docente del Colegio San José de Tarbes, quien, por su amplia trayectoria en el ámbito académico, es una verdadera especialista en la educación preescolar.

Por eso, aquellas que en su momento fueron sus alumnas y que ahora son personas que le aportan a Colombia y a la región, le rindieron un sentido homenaje, al cumplir 95 años.

Nacida en Ayabaca, Provincia de Piura, Perú, tomó después el nombre de Santa Catalina desde su consagración al Señor, el 19 de marzo de 1958, convirtiéndose después en una docente que ha marcado varias generaciones payanesas, las mismas que la llevan a su corazón por sus enseñanzas y consejos.

Hay que indicar que la hermana María Francisca Sánchez Santur creció en una familia católica humilde y desde temprana edad sintió el llamado a dedicar su vida a Dios. A los 17 años fue recibida por las hermanas de la comunidad de San José de Tarbes para comenzar su formación religiosa y desde el inicio se dedicó a la educación infantil, ganándose el afecto y la admiración de sus estudiantes.

En 1955, la madre superiora la envió al Colegio San José de Tarbes, en Popayán, donde se destacó por su dinamismo, responsabilidad, pedagogía visionaria, generosidad, bondad, sencillez y calidad humana.

Durante 69 años, la hermana Laurita ha dedicado su vida a la enseñanza en este reconocido colegio, donde es reconocida a través de muchas generaciones por su laboriosidad, calidez, templanza, valentía, oración constante y confianza en el Señor. Su capacidad de servicio y amor por los más necesitados han dejado una huella imborrable en la comunidad educativa.

La senadora Paloma Valencia y la profesional Alejandra López acompañaron a la hermana Laurita en el homenaje que le rindieron este jueves 26 de septiembre en el colegio San José de Tarbes de Popayán. | Foto: Suministrada

“La Madre Laurita ha sido una figura clave en la educación de las niñas, y ahora de los niños, de Popayán, dedicando su vida a enseñarles, a leer y escribir. Su influencia ha tocado a miles de generaciones, brindando no solo habilidades de alfabetización, sino también inspiración y confianza. Su legado perdura en la comunidad, demostrando que la educación es fundamental para el empoderamiento de las jóvenes”, expresa la senadora Paloma Valencia, quien fue la encargada de liderar el acto de reconocimiento a la Hermana Laurita.

Más allá de su rol como hermana y lideresa religiosa, María Francisca Sánchez Santur es una mujer cuya resiliencia, valores y gran corazón han tocado la vida de miles de personas a través de la educación y las iniciativas sociales, dejando un valioso legado para los payanenses.

“Su impacto y propósito en la comunidad son ejemplares para todos quienes contribuyen al desarrollo del país desde el sector educativo. Por lo tanto, y en consideración a su destacada trayectoria y sus notables cualidades personales y profesionales, solicito respetuosamente al Honorable Senado de la República conceder la Orden del Congreso de Colombia en el grado de Caballero, en reconocimiento a su invaluable servicio a la sociedad colombiana, que ha impactado de manera positiva la vida de innumerables personas y de todo un departamento”, fueron las palabras de la senadora al momento de otorgarle este reconocimiento a la hermana Laurita.

María Francisca Sánchez Santur o Hermana Laurita recibió la Orden del Congreso en el grado de Caballero por su amplia labor en la enseñanza de niñas, y ahora niños, de la Ciudad Blanca. | Foto: Luis Eduardo Solarte