La Conferencia Episcopal dio a conocer los ajustes que implementará este año para el tradicional Miércoles de Ceniza, de manera que se pueda garantizar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad decretadas por la pandemia del covid-19.
El más importante consiste en que la ceniza, que tradicionalmente se impone con una cruz en la frente, se remplazará dejando caer un poco de ceniza (o agua) sobre la cabeza de los feligreses, de manera que se evite el contacto físico entre las personas.
Y teniendo en cuenta que no todos los fieles podrán asistir presencialmente a las iglesias, el Episcopado los invitó a que participen de la celebración a través de medios virtuales.
En el 2020, como consecuencia de la emergencia sanitaria suscitada por el covir-19, las iglesias permanecieron varios meses cerradas, hasta que el Gobierno Nacional aprobó un protocolo sanitario para permitir su funcionamiento, manteniendo distanciamiento social.
La imposición de la ceniza se llevará a cabo este miércoles, 17 de febrero, cuando para los católicos inicia el tiempo de la Cuaresma.
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