Como un nuevo aire para la Coalición de la Centro Esperanza, Íngrid Betancourt oficializó su precandidatura a la Presidencia desde su partido Verde Oxígeno, pero tendrá que participar primero en la consulta interpartidista del próximo 13 de marzo en la Coalición de la Esperanza. Betancourt habló sobre las estrategias que emplearía si llega a ser Presidenta, de su participación en la Centro Esperanza y el cómo evalúa el actual panorama electoral.
¿Por qué cambiar de decisión tan repentinamente después de haber expresado que no estaba interesada en ninguna candidatura?
En realidad fue un proceso, no un cambio repentino. No podía decir que lo estaba pensando sin tener expectativas y además sin saber si la decisión iba a ser positiva o negativa, pero me tomó mucho tiempo porque tenía que resolver problemas de mucha índole: problemas personales, de mi familia, que mis hijos aceptaran que yo asumiera este compromiso por temas de seguridad y logística, es decir, cambiar de vida.
¿Cómo evalúa el actual panorama electoral con el número alto de precandidatos en las coaliciones?
El alto número de candidatos no me preocupa; de hecho pienso que las consultas son el mecanismo para ir seleccionando los candidatos, eso es parte de la democracia y me parece que entre más voces haya, más se amplía la democracia. El panorama lo veo también despejado en el sentido de que se ven claramente los dos extremos y que son lo mismo, extrema izquierda o extrema derecha son agrupaciones políticas que utilizan los mismos medios, el populismo, el cabildeo y la corrupción para llegar al poder. Y hay un centro nuevo que nace de la voluntad de los colombianos, de darnos la posibilidad de tener una buena opción después de décadas de malas opciones. De llegar a las urnas tapándonos las narices porque decimos ‘bueno, nos va a tocar votar por este porque por el otro qué horror’. Regalarle a Colombia la posibilidad de hacer de las elecciones una fiesta, de poder elegir un candidato o una candidata que represente que el centro somos todos, esa voluntad de no dejarnos manipular por las ideologías extremas, de salir de la polarización, de crear un país de transformación y donde quepamos todos.
Hablando sobre los precandidatos de la Coalición de la Centro Esperanza, ¿cómo hacer para que los colombianos no se confundan entre las propuestas que tiene cada uno?
El 13 de marzo, cuando se acerquen a las urnas no les van a entregar el tarjetón de los Presidenciales; le deben pedir al jurado el tarjetón de las consultas. Le preguntará de cuál y puede que el ciudadano no sepa cuál es la coalición en la que está el candidato que quiere respaldar, pero puede decir el nombre de su candidato. Los colombianos hemos aprendido a entender la democracia, las diferencias entre los candidatos son obvias, ninguno piensa igual, tenemos opciones diferentes, sobre todo en el centro hay una gran diversidad de matices, pero es mucho más lo que nos une que lo que nos divide, lo que nos une es nuestro proyecto de país, un proyecto en el que vamos a derrotar la corrupción. Esto es muy importante porque en realidad hay dos visiones de Colombia: una visión con corrupción en donde seguimos lo mismo, las maquinarias, las trampas, los abusos, el enriquecimiento ilícito. La otra Colombia es en donde vamos a transformar por completo la manera en cómo nos organizamos, nos administramos y gerenciamos el poder.
¿Y cómo lo piensan hacer?
El método para mí es fundamental, para la gente de los extremos el fin justifica los medios, no importa que haya que hacer con tal de ganar, si me tengo que aliar con el diablo lo hago, esos son los extremos. En el centro decimos una cosa totalmente diferente: los medios con lo cuales llegamos al poder definen que hacemos en él; aquí no queremos maquinarias ni trampas, queremos un juego limpio y eso nos obliga a jugar con el tiempo, jugar en colectivo. No importa quién se hace elegir, aquí somos uno para todos y todos para uno. El que los colombianos elijan va a tener el respaldo absoluto de todos los demás para gobernar y transformar a Colombia.
¿Cuáles son los principales ejes en los que trabajaría si llega a ser Presidenta de Colombia?
Tres ejes fundamentales: en primer lugar, la pobreza, y concretamente el hambre. En mi Gobierno vamos a darle desayuno a todos los niños de Colombia, no podemos seguir aceptando una sociedad en donde la mitad de nuestros chiquitos se desayunan con agua molida y viento raspado; eso afecta nuestra capacidad de desarrollo como país porque niños que no tienen comida no pueden estudiar bien, no pueden aprender, ni desarrollar su personalidad ni ser las personas que quieran ser. El segundo punto es la inseguridad, nosotros heredamos del Frente Nacional la idea de que la inseguridad la manejan los policías y los militares y que el poder político se desentiende, eso lo vamos a cambiar. Quiero que la información del Ejército sea la que le llegue directamente al Presidente, ha habido demasiados casos, en este Gobierno en particular, en los que uno ve que los militares manipulan al Presidente para su beneficio propio.
Esa corrupción que hay en las Fuerzas Militares la tenemos que derrotar. Yo estuve encadenada con mis compañeros del Ejército y de la Policía, y sé que hay gente buena. Viví cosas dramáticas y quienes me enseñaron la dignidad, la valentía, el compañerismo fueron ellos, así que esos valores que hay en nuestro Ejército los tenemos que preservar. Después de eso, está la política de seguridad en las calles en contra de las pandillas, las organizaciones criminales y la gran política internacional con un planteamiento muy claro, una propuesta que le vamos a hacer a los Estados Unidos para acabar con el narcotráfico en todas las regiones, solos no lo podemos hacer, pero unidos con el resto de la región podemos derrotar el narcotráfico. Lo tercero es la contaminación, que es muy problemática en Colombia porque afecta a los más pobres y mata. Debemos preservar nuestro futuro pero también preservar el derecho a que todos estemos iguales frente a nuestra relación con la naturaleza, esto nos pone frente a una agenda que es la del tercer milenio de transformación energética. Colombia conmigo será el primer país totalmente verde del planeta.
¿Por qué está tan segura de que la coalición de la Centro Esperanza será el verdadero cambio?
Porque los otros dos son iguales y son el continuismo, son aquellos que están haciendo política de la manera como se ha hecho toda la vida, llenando plazas con gente que llevan amarrada y pagándoles la movilización, haciendo trampa, haciendo cosas ilegales en una contienda electoral como haciendo ‘meetings’ antes de la fecha de partida en la que todos estamos compitiendo, recibiendo personas que son de la maquinaria, que llegan allá con votos amarrados que es una trampa a la democracia y ellos están dispuestos a hacerla con tal de llegar a ser elegidos, en cualquiera de estos dos extremos el fin justifica los medios.
“Como presidenta voy a indemnizar a los colombianos por ser víctimas de la corrupción y a garantizar que el dinero vaya a donde debe ir”.
¿En cuáles temas considera que debería trabajar la coalición a la que usted pertenece para que finalmente ganen la Presidencia?
Primero con una visión de mujer, las otras coaliciones tienen mujeres, pero no tienen visión de mujer; quiere decir que vamos a transformar la manera en cómo nos relacionamos entre colombianos. Uno de los puntos fundamentales en la manera en cómo nos hablamos, en los dos extremos son incendiarios, nos llaman a que nos odiemos, utilizan las acusaciones no para que salga la verdad sino esconder a los culpables, el uso de la palabra lo vamos a usar para empoderar a los colombianos, esa es la coalición de la Centro Esperanza, una coalición que no hace trampa, que dice la verdad, une y transforma.
En alguna ocasión usted nombró la posibilidad de lograr acercar a los expresidentes Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez. ¿Cómo sería ese acercamiento?
Los diálogos son múltiples, hay el diálogo entre Uribe y Santos que es importante para que los colombianos puedan hacer un decantamiento de lo que son los enfrentamientos ideológicos que no nos sirven para nada. Nuestras peleas serán para que todos los colombianos tengamos un mayor espacio dentro del concierto de naciones, para que los términos de intercambio sean a favor nuestro, para que podamos tener mayores recursos, créditos, mayor apoyo internacional en la transición energética, la pelea no puede ser entre hermanos. Colombia es el mejor país del mundo; no es el más grande, ni el más rico, ni el más poderoso, pero es el mejor país del mundo porque los colombianos somos los mejores en nuestra alma, nuestra espiritualidad, lo que tenemos por dentro, y eso lo vamos a trabajar para que podamos poner esa fuerza al servicio.
Curules
¿Qué opina de que entre los candidatos a las curules de paz esté el hijo de Jorge 40? Me parece que es un abuso. Uno puede inscribirse en un grupo y lograr que lo elijan. Pero la circunscripción de paz se creó para víctimas que no tienen la oportunidad de llegar al Congreso. No pueden pretender ser víctimas, lo digo sintiendo que uno no puede hacer que los hijos paguen por lo que hacen los padres, pero pienso que él debería entender que ese espacio es prioridad para quienes no tuvieron las posibilidades que él tuvo; todos hemos sufrido, hemos llorado, pero el puede buscar otro espacio”.