Desde hace 14 años, el país conoció a la familia Colmenares debido a la trágica muerte del primero de los dos hijos, Luis Andrés, quien fue encontrado sin vida en la madrugada del 1 de noviembre en un canal de aguas residuales del parque El Virrey, al nororiente de Bogotá.
En ese momento, el caso de su muerte se convirtió en uno de los más mediáticos de las últimas décadas, pero la familia Colmenares inició un camino de duelo y sufrimiento, no solo porque hasta la fecha no se ha esclarecido lo ocurrido ni ha habido condenados, sino porque también se empezaron a deteriorar los lazos entre ellos.
El hermano menor de Luis Andrés, Jorge Colmenares, asistió a un programa digital de la conocida presentadora Laura Acuña, en el que contó sobre el caso y cómo el crimen de su hermano ha impactado su vida y a su familia.
Por un lado, le tocó enfrentar una muy difícil realidad siendo apenas un adolescente, lo que estuvo acompañado de la soledad que empezó a sentir ya que sus padres no estaban allí para él como acostumbraban.
“Era llegar a una casa en la que estar era un tormento total que empezó a consumirme en la soledad, empecé a preguntarme ¿y qué voy a hacer? ¿Para dónde voy a coger? ¿Ahora con quién habló? ¿Qué hago? Y luego cuando empieza el proceso se sintió más la soledad”, explica.
Su madre estaba a tiempo completo concentrada en la investigación que inició la Fiscalía mientras que su padre se encargó de trabajar para llevar el sustento al hogar y al finalizar su jornada, también se dirigía a la Fiscalía para acompañar el proceso.
En consecuencia, Jorge no solo se sentía solo, sino que, directamente, ya ni siquiera veía a sus padres. Aún así, aseguró que después de los años y ahora en su adultez entiende la situación y por lo que tuvieron que pasar sus padres. “Yo ahora los entiendo, quería sacar todo esto adelante, pero tristemente era sentir que estaba solo, que perdí a mi hermano, pero también se me fue mi casa”, finalizó.
Añadió que una de las más afectadas fue su madre, ya que empezó a llorar mucho cada día y se volvió muy callada, lo que llevó a que dejara de darle muestras de afecto y lo descuidara.
“Ya no era la misma mamá alegre, ya no era la misma mamá bailadora. Los primeros meses fue una mamá que estaba todos los días encerrada en un cuarto y si yo entraba a ese cuarto, más se ponía a llorar”, dijo Jorge Colmenares.