Este lunes, 11 de marzo, la jueza 79 de control de garantías dispuso que Felipe Rocha Medina fuera detenido de inmediato, como medida preventiva en el proceso penal que se adelanta en su contra, puesto que es acusado por la Fiscalía General de la Nación de estafar a un centenar de personas con un negocio que prometía multiplicar las inversiones y rentabilidades mediante la compra de ganado.
El detenido es integrante de una de las familias ganaderas más reconocidas del país, por lo que, según expuso la jueza en su intervención, aprovechó esta reputación para vincular en su estafa a amigos muy cercanos, quienes a su vez convencieron de invertir a otras personas, en lo que sería un prometedor negocio del que ganarían mucho más en poco tiempo. De esta forma, muchas personas enviaron su dinero a Felipe Rocha Medina.
Todo parecía funcionar de acuerdo a lo prometido, pero cuando pasaron los meses requeridos para ver el producto de su inversión, los clientes de Rocha recibieron, en vez del dinero ganado, todo tipo de excusas para justificar las demoras en los pagos. Según la jueza, fue “impresionante” cómo el imputado seguía buscando inversores, incluso cuando era evidente que no tenía como seguir sosteniendo su negocio.
Durante la audiencia virtual, en la que los defensores de Rocha Medina nunca mostraron su rostro, la jueza consideró que como medida de control de garantías procesales el acusado debe ser detenido, puesto que debido a sus medios económicos, representa un peligro para la sociedad y podría fugarse, no sería complicado para una persona como él encontrar forma de viajar al exterior y evitar una condena.
De forma muy clara, sentenció que, en este caso: “La medida de aseguramiento es absolutamente necesaria”.
También precisó que “lo importante es lo que pasó acá. Una situación muy grave, un importante número de personas defraudadas en miles de millones de pesos por parte de una persona de su mismo entorno social”. No obstante, por el momento no se ha precisado de cuántos millones de pesos fue el delito, ni quiénes fueron las personas que cayeron en su estafa.
Como parte del material acusatorio, la Fiscalía General expuso un centenar de correos electrónicos en los que Rocha aseguraba a sus inversionistas que estaba comprando ganado y que permanecían en una finca de su propiedad, lo que resultó falso, porque nadie pudo comprobar que estaban allí, dado que ningún inversor se preocupó por ir al lugar mencionado.
Hasta ahora, según investigaciones, los documentos para probar a sus inversores el destino del dinero y justificar las demoras, habrían sido alterados.
De acuerdo con la jueza, Rocha engañó a varias personas que se dedicaban a los negocios, utilizando sus conocimientos de ganadería para mentir y convencerlos.
Al respecto, la jueza destacó un dato hallado por la Fiscalía General: “Es más, al aportar esos dineros que ellos (las víctimas) solicitaban, creaba en ellos tanta confianza que decían: ‘No, no me entregue la inversión, sigamos, continuemos reinvirtiendo y reinvirtiendo’”.
Debido a esto, la jueza de garantías determinó que el acusado no puede acceder a una libertad provisional ni una detención domiciliaria. “¿Cuál es el mensaje para la sociedad? Entonces la persona puede estafar y defraudar y lo enviamos para la casa. Pues la respuesta es un no rotundo porque queremos proteger a la comunidad, queremos evitar un riesgo de no comparecencia”, afirmó la jueza.