Colombia está plagada de las historias de personas que buscan la bendición de tener un donante. Para este 14 de octubre, en el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, más de 4000 personas están en lista de espera.
En el Hospital Universitario del Valle (HUV), uno de los sitios en Cali avalados para estos procedimientos por el Instituto Nacional de Salud (INS), 12 personas están aguardando por un riñón y aproximadamente el doble están en estudio pre-trasplante.
“Tenemos una tasa en Colombia actualmente de 6,4 donantes por cada millón de población (que podría donar), es una cifra muy baja. De las cerca de 4000 personas en lista de espera, casi el 70 % más o menos son para recibir riñones, o sea que es una cifra muy alta y debido a la carga de enfermedad que tenemos, la lista cada vez se incrementa más. Digamos que la donación actual es insuficiente con respecto a la cantidad de personas que entran en lista”, explica Melissa Ortiz López, coordinadora médica de la Unidad de Trasplante del HUV.
Frente a las cifras poco alentadoras, el doctor Helmer Roldán, coordinador de Donación y Trasplantes, consideró que no se le ha brindado al tema la importancia que merece.
“En las universidades, en los colegios e incluso en las escuelas se les podría hablar a los jóvenes acerca del proceso de donación, haciendo una mayor sensibilización, también haciendo capacitaciones en las empresas, por eso es que nosotros, donde nos den un espacio para hablar de donación, vamos y capacitamos o sensibilizamos a la gente”, sostiene el especialista.
Cuando una persona muere, la doctora Ortiz López explica que se consulta en el registro del Instituto Nacional de Salud para saber si la persona manifestó en vida que quería ser donante. Si su voluntad era negativa, los médicos no buscan a sus familiares, pero si la respuesta fue positiva o si nunca manifestó si quería o no, sí se aborda a sus seres queridos.
“Obviamente siendo empáticos con su duelo, respetando sus tiempos, muchas veces con apoyo de psicología o de equipos de trabajo social para tratar de ser lo más respetuosos posible. En ese momento, el médico de donación les explica que, por el mecanismo de muerte de su familiar, podría llegar a ser donante para darle oportunidades de vida a otras personas”, añade.
Como un homenaje a aquellos donantes y sus familias, el HUV inaugurará este martes, 15 de octubre, el ‘Parque de la Vida’ en las instalaciones del hospital. Se realizará un acto en el que las personas que han recibido una donación y sus seres queridos plantarán un árbol, como muestra de ese renacer de vida que les brindaron.
“El objetivo es promover la donación, todos en algún momento podríamos llegar a necesitar un órgano o un tejido. Esta es una invitación a que todos nos preguntemos si queremos ser donantes y nos informemos, y luego de eso, compartamos esa decisión con la familia, nos animemos a donar y hablemos bien de la donación”, concluyó la doctora Melissa Ortiz.
“Ese riñón ha sido la mayor bendición de mi vida”
Kharlla Díaz, una joven de 21 años, nunca imaginó que a sus cortos 20 le iban a dar la noticia de que su riñón ya no podía seguir cumpliendo su función y que requería un trasplante.
Como otros universitarios, estaba enfocada en estudiar y disfrutar su juventud, pero le tocó poner un alto en diciembre de 2023 para velar por su salud. Un viejo problema en uno de sus riñones se había vuelto irremediable.
— Yo inicié tratamiento en el 2019 en Chocó (su departamento natal) con una sesión renal, en ese momento me diagnosticaron síndrome nefrótico. Yo tuve un tratamiento allá, pero me descuidé, no volví al médico y eso me avanzó. No volví al médico hasta el año pasado, en octubre, que tuve la cita por primera vez en el HUV y en diciembre el doctor Norman me dijo que iba a requerir un trasplante.
Tuvo que someterse a varios exámenes de salud y otros tantos psicológicos para determinar que era apta para recibir una donación. En febrero de este año inició el proceso de diálisis peritoneal ya que el deterioro de su riñón ya era muy avanzado, y recién en abril pudo entrar en lista de espera.
Ella afirma que ha sido muy afortunada y bendecida, dado que solo estuvo en esa situación dos meses. En la madrugada del 27 de junio, cuando tenía todo listo para irse de viaje una semana a su natal Chocó, recibió la llamada más esperada.
— La llamada fue a eso de las 2 de la mañana. ¿Cómo me sentí? Como lo he dicho siempre, esto tanto para mí como para los que me quieren fue una oración contestada. Mi mamá, mi tío, mis seres queridos, mis hermanos y yo lo esperábamos, lo deseábamos, yo ya no quería estar en diálisis, quería poder retomar mi vida. Este ha sido mi regalo de Navidad adelantado. Yo solo duré dos meses en lista de espera, pero hay gente que espera años.
El procedimiento quirúrgico fue todo un éxito y en los más de tres meses que han pasado desde la intervención no ha tenido una sola recaída ni problema alguno. “Ese riñón ha sido la mayor bendición de mi vida y sé que siempre lo será”, cuenta determinada.
“Donar es dar vida”
Con algo de vergüenza y reflexión, Kharlla reconoce que antes de saber que requería una donación tenía muchas dudas frente a la idea de donar. Los mitos sobre el tema la repelían.
Luego de vivirlo en carne propia no solo está a favor de la donación, también dice que lo haría sin dudarlo un segundo. “Donar es la oportunidad que tenemos de dar vida. Qué puede ser más bonito que dar vida mediante esa persona que nosotros amábamos tanto. Qué mejor manera de demostrar ese amor que tenemos por nuestro ser querido fallecido”, dice.