Buscar conexiones con los intereses y liderazgos de las regiones y darle representatividad a otras voces políticas en el Gobierno para solucionar la crisis serían, en opinión de analistas consultados por El País, los motivos de los cambios hechos por el presidente Iván Duque en su gabinete.

La ‘movida’ más reciente del Mandatario fue precisamente la designación de la vallecaucana Angélica Mayolo como ministra de Cultura, en reemplazo de Felipe Buitrago.

Sobre la nueva funcionaria, Duque manifestó que “ha empoderado las expresiones culturales del Pacífico, con su capacidad llega para participar en la construcción de grandes acuerdos con jóvenes del país”.

En efecto, algunos expertos calificaron como positiva la llegada de Mayolo al gabinete nacional: no solo por ser una ficha política cercana a Sergio Fajardo, lo que demuestra el interés del Ejecutivo por ser más plural, sino porque es un primer paso para acercarse a las necesidades del Pacífico, una región históricamente olvidada por el Estado, según dice la profesora y consultora en comunicación política María Alejandra Arboleda.

Ella “tiene un liderazgo clave en el Valle del Cauca y en el puerto de Buenaventura. Su nombramiento es un mensaje de Duque hacia un liderazgo regional, de tener un gabinete más abierto y más plural”, enfatiza.

A su turno, el analista político Julián Peña sostiene que la designación de Mayolo debe ser vista como un gran avance para la representación y la participación de las mujeres, las poblaciones étnicas y las juventudes en el Gobierno Nacional.

Ahora bien, agrega, no es la primera vez que un perfil como el de la vallecaucana es elegido para ocupar un alto cargo en el Ejecutivo: “Ya estuvo Mabel Torres, mujer afro; el ministro Jonathan Malagón, que es un joven muy bien preparado. Duque nunca ha sido de tener ministros políticos, sino más bien técnicos. Eso ha sido un gran avance en la construcción de país que no se ha sabido capitalizar”, señala.

Otra cosa piensa el analista político Laureano Tirado. Según él, puede que Mayolo tenga “los requisitos para el cargo, los méritos, pero lo que sí tengo claro es que no representa la cultura, ni es puente con sectores de la cultura que están alimentando el paro. No representa el alma de la situación crítica del Valle del Cauca”.

Lo cierto es que, con el nombramiento de quien hasta el viernes era la directora de la Cámara de Comercio de Buenaventura, ya son cuatro los ajustes que ha hecho el Jefe de Estado en su gabinete en medio de la crisis generada por las manifestaciones que ya completan tres semanas.

De acuerdo con los analistas, dichos movimientos se estarían haciendo con el fin de recuperar la gobernabilidad de cara al último año de gestión.
Como se recordará, el primer cambio se precipitó con el hundimiento de la reforma tributaria, y fue la salida de Alberto Carrasquilla del Ministerio de Hacienda, donde fue nombrado el entonces ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Acevedo.

En reemplazo de este último el Mandatario anunció a mitad de semana a María Ximena Lombana, vinculada políticamente al exvicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien acompañó en su campaña presidencial en 2018 como directora programática.

Yaan Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, asegura que con esta designación el Jefe de Estado está “tratando de amarrar” al Partido Cambio Radical a la coalición de Gobierno.

“Es una movida lógica, pero debió hacerse hace un par de años. En la situación actual de crisis no sé si eso va a ser suficiente, pues la gobernabilidad ya no pasa simplemente por acercar la posición del Gobierno a la de los otros partidos, sino que va mucho más allá. Hay una presión muy fuerte desde las bases, desde la calle, y estamos en inicios de periodo electoral”, recalca.

Asimismo, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez asumió la Cancillería, de donde salió la vallecaucana Claudia Blum y en los corrillos políticos se habla de que los cambios continuarían al menos en otras dos carteras (ver recuadro).

Ahora bien, ¿le sirve al Gobierno Nacional este ‘remezón’ ministerial para recuperar gobernabilidad?

Según el analista y consultor político Andrés Mejía Vergnaud, la rotación le dará oxígeno al Ejecutivo en un momento donde le urge un respiro. Igualmente, podría ganar algo de apoyo político, si la conformación de ese gabinete viniera también con cambios en la línea de Gobierno.

“Y podría ganar calidad de Gobierno si se aprovecha la oportunidad para reemplazar ministros que no están dando resultados y que están en carteras vitales para la crisis. Pero no creo que por sí sola esta movida del gabinete permita superar totalmente la crisis”, indica.

Con ello estuvo de acuerdo la profesora Arboleda, quien fue enfática en recordar que los anuncios de cambios son importantes y son un primer paso, pero hay que acompañarlos con ajustes en las formas de gobernar.
“Los anuncios deben ir acompañados de unas políticas públicas y un liderazgo mucho más cercano a la gente, mucho más abierto y transparente, que es lo que está pidiendo un sector importante de quienes protestan”, sostiene.

A su turno, el analista Peña considera que, con las nuevas designaciones en el gabinete ministerial, Duque podría recuperar algo de gobernabilidad, sobre todo, en el Congreso de la República, desde donde los partidos le han exigido representación en el Ejecutivo.

No obstante, sostiene que lo único que puede realmente recuperar la gobernabilidad del Mandatario es “acelerar la vacunación masiva y la reactivación económica del país sin encierros y un programa de recuperación de la pobreza extrema” y reconoce que la gestión del Jefe de Estado ha tratado de ser asertiva en ese aspecto, con programas como Ingreso Solidario, Familias en Acción, Jóvenes en Acción y el PAEF”.

De su parte, el profesor Basset indica que, si efectivamente llegase el Mandatario a acuerdos políticos para gobernar con la oposición, “ganaría el país, en el sentido de que tendríamos un Gobierno buscando superar los conflictos políticos para encontrar una agenda consensuada que permita superar la crisis que estamos viviendo”.

Según el académico, la de un gabinete de unidad con todas las fuerzas políticas sería una propuesta interesante donde “los partidos que participen ganarían una imagen de responsabilidad ante el país al abandonar sus juegos políticos para encontrar puntos de acuerdo con quienes no necesariamente están de acuerdo”.

Sin embargo, Laureano Tirado señala que un gabinete de unidad nacional “no solucionaría nada en este momento, porque quienes están en la calle, los que se hacen llamar Primera Línea, ni están esperando ministerios, ni menos les interesa un acuerdo porque ahí no hay propósitos colectivos ni agenda programática. Lo que vemos en las calles es la explosión de la irracionalidad, y la irracionalidad es el motor de la violencia”.

Por lo pronto, la lucha que mantiene el Presidente por aumentar su gobernabilidad tendrá un nuevo episodio mañana mismo: “habrá una prueba de fuego para el Ejecutivo con la moción de censura al Ministro de Defensa que se va a discutir en el Congreso”, recuerda Basset.