El fallecimiento de Piedad Córdoba ha suscitado toda clase de reacciones en el mundo político. Una de las que no guardó silencio fue la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. Además de cuestionar la gestión de Córdoba en la liberación de rehenes en poder de las Farc, la colombofrancesa dio detalles de la tensionante relación que tenían.
“Lo dramático de esto es que ella hubiera podido lograr que a mí me liberaran muy rápidamente y lo que hizo fue alargar mi cautiverio, que duró seis años y medio. Me da pena insistir en esto, pero es que yo siento que muchas veces la gente no entiende, lo que son seis años y medio y son los seis años y medio que uno vive en la selva”, expresó en diálogo con Mañanas Blu.
La relación entre las dos políticas no siempre fue así, pues fueron amigas en el Congreso y compartieron “batallas”. Aunque Córdoba fue muy cercana la madre de Ingrid durante los años de su cautiverio, después de la ‘Operación Jaque’, el vínculo entre Betancourt y Córdoba se resquebrajó.
“Créanme que hubiera querido que esto no hubiera sido así, pues de alguna manera la apreciaba, yo había defendido a la Piedad que había sido cercana a mi mamá”, añadió. La relación se resintió al punto de que la excongresista hoy dice que, para ella, Piedad murió dos veces: “Me acuerdo de la senadora que yo dejé y la Piedad que vuelvo a ver y es otra persona. Esa Piedad murió y ahora muere ella, entonces la hemos enterrado dos veces. ”.
La excandidata presidencial no solo puso en duda la labor de Córdoba en la liberación de los secuestrados, sino también su cercanía con Hugo Chávez y las investigaciones en las que estuvo envuelta. “Es también el andamiaje financiero que montó para lucrarse de su cercanía con el Gobierno de Hugo Chávez. Era una persona con afán de enriquecimiento, que necesitaba poder, que necesitaba reconocimiento”, añadió.
Cabe recordar que la Corte Suprema de Justicia la investigaba por su presunta responsabilidad en los delitos de peculado por apropiación y enriquecimiento ilícito. La investigación tenía relación con las denuncias que desde hace años se habían hecho por su presunta complicidad con las Farc en los secuestros de políticos y miembros de la fuerza política.
Su exasesor Andrés Vásquez aseguró que Córdoba se habría puesto de acuerdo con el Secretariado de las Farc para obtener el mayor beneficio político posible con la liberación de los secuestrados, tanto para ella como para el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Córdoba también debió hacer frente a los señalamientos por sus supuestos vínculos con Álex Saab, recientemente liberado por la justicia de Estados Unidos, que la habría beneficiado con recursos procedentes de la corrupción en Venezuela.