La Policía Nacional anunció por medio de un comunicado que ofrece una recompensa de hasta 200 millones de pesos, lo que serían unos 44.000 dólares, para quienes brinden información que permita dar con el paradero de los responsables del asesinato del comandante en el Catatumbo.
Cabe recordar que este hecho se presentó en la tarde de este jueves 11 de mayo en el municipio de El Tarra, en la región del Catatumbo, Norte de Santander, cuando el comandante de Policía, mayor Édison Andrés González, patrullaba la zona.
“Estamos de luto, criminales arrebataron la vida a nuestro compañero mayor Édison González Huertas en Norte de Santander”, escribió en su cuenta de Twitter el director de la Policía colombiana el mayor general William Salamanca.
El País pudo confirmar que el uniformado no resistió las lesiones sufridas cuando realizaba un patrullaje en compañía de otros uniformados de la Policía.
El mayor fue sorprendido por los disparos que un francotirador, desde larga distancia, hizo contra su integridad. Los impactos de bala se alojaron en su espalda, según las primeras informaciones sobre el atentado.
Por su parte, la Gobernación de Santander rechazó y condenó este hecho que terminó con la vida del mayor González, e igualmente hizo un llamado a las autoridades para que “adelanten las acciones necesarias que garanticen que estos hechos no queden impunes”.
Según la Policía, el mayor alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial del municipio, pero los esfuerzos por salvarle la vida no surtieron efecto.
El paradero del francotirador que asesinó al mayor de la Policía es desconocido. Las autoridades desplegaron sus capacidades para intentar dar con su ubicación.
En Norte de Santander, donde son constantes los ataques contra la Fuerza Pública, hay una fuerte presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc. Sin embargo, el atentado aún no ha sido atribuido a ningún grupo armado.
Por otra parte, se debe anotar que este no es el único crimen cometido por un francotirador en este año (2023), pues cabe recordar que en Sardinata, Norte de Santander, fue asesinado el patrullero Jaison Jiménez Charrys, de 27 años, quien se encontraba de guardia cuando le dispararon.
“El patrullero se encontraba en el servicio de seguridad de las instalaciones cuando recibió un disparo de un francotirador y murió de forma inmediata”, aseguró en su momento el comandante de la Policía en Norte de Santander, el coronel Alejandro Reyes.
A estos ataques contra la Fuerza Pública se suma el ocurrido hace menos de un mes, en Cali, la capital del Valle del Cauca, donde otro uniformado de la Policía fue asesinado.
Como Édgar Cardona Ángel fue identificado el patrullero de la Policía Metropolitana de Cali que murió en la madrugada del pasado miércoles, 19 de abril, en un centro asistencial, donde fue trasladado luego de que sujetos armados lo hirieron en medio de un intento de hurto.
El subcomandante de la Policía de Cali, William Quintero, dijo que el uniformado recibió un impacto de arma de fuego en el abdomen mientras forcejeaba con los delincuentes que pretendían robarle el arma de dotación.
Este lamentable suceso ocurrió en la carrera 6 con calle 34, en el barrio San Francisco de la capital vallecaucana, cuando el patrullero no estaba activo. “Este muchacho se encontraba con una excusa de servicio y en el momento estaba visitando a un familiar en un taller”, detalló Quintero.
Además, explicó que los delincuentes lo habrían perseguido hasta el negocio donde pretendían cometer el hurto. “Ahí se generó un intercambio de disparos, donde lamentablemente resultó lesionado nuestro patrullero de la Policía Nacional, quien falleció esta madrugada después de ser intervenido quirúrgicamente en su abdomen”, explicó el coronel.
Las autoridades también revelaron que en este hecho resultó lesionado uno de los delincuentes, quien posteriormente fue capturado por unidades de Policía Judicial en un centro asistencial.