El grupo yihadista Nusrat al Islam wal Muslimin (Grupo de apoyo al islam y a los musulmanes), activo en la región del Sahel y aliado con Al Qaeda, publicó el nombre de cinco rehenes que tiene todavía secuestrados, entre ellos la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez.

La monja de 56 años fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 en Karangasso, suroeste de Mali, en las zonas fronterizas con Costa de Marfil y Burkina Faso.

En un comunicado divulgado por la agencia mauritana privada de noticias Al Ajbar, habitual receptora de las notas de los yihadistas del Sahel y Sáhara, el grupo yihadista indicó que también tiene en sus manos a la ciudadana francesa Sophie Pétronin, secuestrada en diciembre de 2016 en la ciudad de Gao en el norte de Mali.

Igualmente a la suiza Béatrice Stockly, capturada en enero de 2016 en la ciudad maliense de Tombuctú.

También difundieron el nombre del rehén rumano Julian Ghergut, secuestrado en 2015, y del médico australiano Arthur Kenneth Elliott, que cayó en sus manos desde hace más de dos años en Burkina Faso.

Nusrat al Islam wal Muslimin, dirigido por el líder yihadista maliense Iyad Ag Ghali, señaló que dejará de difundir vídeos sobre estos rehenes, sin dar detallar las razones.

Al mismo tiempo, el grupo yihadista censuró al Gobierno francés por bloquear las negociaciones para la liberación de rehenes, y lamentó que los gobiernos de procedencia del resto de rehenes reaccionan "a diversos niveles".

Del mismo modo, acusó al Vaticano de no desplegar ningún esfuerzo para relanzar las negociaciones sobre la monja Gloria Cecilia Narváez, cuya liberación ha sido exigida también por el Gobierno colombiano.


En un video divulgado en enero pasado por la misma agencia Al Ajbar, Narváez imploró al papa Francisco que interceda por su liberación y días después la entonces canciller colombiana María Ángela Holguín confirmó que los secuestradores de la monja pidieron un rescate para su liberación.

El Sahel, la zona que forma un cinturón de 5.400 kilómetros desde el océano Atlántico hasta el Mar Rojo y que se extiende desde el norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, el extremo sur de Argelia, Níger, Chad y el sur de Sudán hasta Eritrea, es foco constante de ataques de grupos yihadistas.

Lea además: Revelan otra prueba de supervivencia de monja colombiana secuestrada en Malí