Por Santiago Cruz Hoyos - Editor de Crónicas de El País
El buque ARC Malpelo zarpó el 14 de julio de 2008. Su objetivo era demostrar la existencia y la posición de accidentes geográficos que estuvieran por encima del agua en las más altas mareas alrededor de San Andrés, en un estudio para demostrar la soberanía de Colombia sobre el archipiélago en el litigio con Nicaragua.
El buque regresó once días después, el 25 de julio, con grandes noticias. Encontró una formación a la que los científicos llamaron QS32, situada en la Isla Cayos de Quitasueños, y que calificaba para ser considerada una nueva isla, hasta ese momento desconocida para el país. Aquel día hubo celebración en la Armada Nacional y en la Dirección General Marítima. Se estaba descubriendo una nueva geografía que le pertenecía a Colombia, la ‘San Andrés oculta’.
Cuatro años después se inició una nueva expedición para defender al país, ante los reclamos de Nicaragua, que pretendía ampliar su zona económica y sus derechos sobre el mar porque, supuestamente, según sus abogados, el piso oceánico que salía de su territorio continental, pasaba por San Andrés, Providencia y Santa Catalina y continuaba hacia el oriente, unas 350 millas.
Con ese argumento había la posibilidad de que se decretara una especie de zona gris: las aguas eran entonces de Colombia, pero el subsuelo de Nicaragua. Aunque lo que Nicaragua pretendía era que se le diera la soberanía sobre la plataforma continental.
Su propósito era hacer levantamientos taquimétricos, de posicionamientos y verificación de las rocas, bajos, bancos de arena, cabezas de coral, arrecifes, afloramientos rocosos y coralinos en las diferentes islas y cayos de San Andrés: la Isla Cayo de Roncador, la Isla Cayo de Serrana, la Isla Cayo de Serranilla, la Isla Cayo de Bajo Nuevo, la Isla Cayo de Quitasueño, Providencia y San Andrés.
Toda la tripulación estaba conformada por personal colombiano formado en la Escuela Naval Almirante Padilla y en la Escuela de Suboficiales de Barranquilla, algunos con posgrados en el exterior. También geólogos y geofísicos de la Universidad Nacional y la Sociedad Colombiana de Geología.
Al buque le instalaron aparatos de última tecnología, como ecosondas multihaz de alta resolución para aguas profundas, perfiladores del subsuelo marino, para levantar el plano de lo que había en el fondo del mar.
Los hallazgos los sorprendieron: no solo descubrieron 40 pequeñas nuevas islas más y 80 formaciones de bajamar que hacen parte del complejo coralino del archipiélago. También se determinó que el arrecife coralino une al archipiélago isla por isla, lo que lo hace único en el mundo.
Con la expedición se pudo establecer además que la Reserva de Biosfera Seaflower de San Andrés es el segundo lugar en el planeta con mayor abundancia y diversidad de tiburones arrecifales.
Las playas arenosas de las Islas Cayos, por otra parte, son el principal lugar de anidación de la Tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) y de la Tortuga Verde (Chelonia midas) en Colombia. El descubrimiento no es menor: ambas están en la lista de las especies en peligro de extinción en el mundo.
En las Islas Cayos de Roncador, Serrana y Serranilla, la expedición liderada por la Armada Nacional encontró que en solo estas tres islas, que representan el 5% del área total de la Cuenca del Gran Caribe, se encuentra el 14% de la riqueza de especies de peces, de las 1577 reportadas.
En cambio se evidenció una ausencia casi generalizada de especies de valor comercial como el Mero de Nassau y de igual manera de grandes peces loro como Scarus coeruleus y Scarus guacamaia. “Estas poblaciones sufren presiones por efecto de la sobrepesca, indicando que estas prácticas depredadoras datan de varias décadas atrás”, dice el capitán Hermann León, uno de los líderes de la investigación.
Las Islas Cayos del archipiélago son por otra parte un lugar de paso y descanso para aves boreales que viajan desde el norte de América hacia el sur del continente, en busca de ambientes cálidos durante el invierno, determinaron los expertos de la expedición.
Los ornitólogos que también exploraron las islas junto a la Armada encontraron en Cayos de Serranilla el mayor registro de aves, con 68 especies identificadas, de las cuales el 80% correspondía a aves migratorias, y el 20% restante a aves marinas residentes.
Mientras los buques de DIMAR y la Armada Nacional navegaron 532 mil kilómetros descubrieron también trozos de la historia nacional. Ocurrió cuando el capitán Nicasio Howard, raizal de Providencia, al que consideraban guardián y sabio lobo de mar, (falleció durante el paso del huracán Iota) guió al personal de la Armada hacia unos cañones que había descubierto mientras conducía su lancha.
Se presume que los cañones pertenecían al USS Kearsarge, un buque de la Marina de los Estados Unidos, que durante la Guerra Civil hundió al buque rebelde ‘CSS Alabama’, en las costas francesas de Cherbourg, en 1864. El buque naufragó el 2 de febrero de 1894 en inmediaciones de Isla Cayo Roncador en su tránsito entre Haití y Nicaragua.
Fue así como, descubriendo la San Andrés oculta, Colombia logró demostrar su soberanía sobre el archipiélago, lo que permitió que el pasado 13 de julio de 2023 la Corte Internacional de Justicia negara las pretensiones de Nicaragua en un fallo que es considerado la mayor victoria internacional del país en la historia reciente.