Conocido también como ‘La Bestia’ o ‘El monstruo de Génova’, Luis Alfredo Garavito fue uno de los violadores en serie más perturbadores de la historia del país, razón por la cual se ganó el odio de miles de personas y hoy por hoy, su cuerpo aún reposa en las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal de Valledupar, sin doliente y desolado.
“Estamos a la espera de los resultados de la necropsia realizados por esta entidad, para conocer las causas de su muerte. Luego se cumplirán todos los protocolos correspondientes para estos casos”, explicó un funcionario, quien por trabajo, estuvo atento al confeso violador durante las últimas semanas.
No en vano, este hombre despertó el horror y repudio de muchas personas, pues en su momento confesó haber violado y asesinado a más de 200 niños en Colombia, Ecuador y Venezuela, por lo que desde el año 2002, merecidamente fue privado de la libertad y se encontraba en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad, más conocida como ‘La Tramacúa’ de Valledupar.
Así entonces, aislado de la sociedad, enfermo y odiado, Garavito Falleció el pasado jueves 12 de octubre en la Clínica Santo Tomás de esta localidad, tras presentar serias complicaciones de salud por el cáncer de piel y la leucemia que lo acongojaban desde hace varios años.
“A las 11:45 de la mañana lo recibieron los médicos, quienes le brindaron la atención necesaria y lo estabilizaron. Luego lo pasaron a una habitación, pero a la 1:20 de la tarde falleció a raíz de un paro cardiorrespiratorio”, detalló Ciro Pérez Escalante, profesional universitario de la Personería de Valledupar, citado por El Tiempo.
De acuerdo con algunos reportes, ‘La Bestia’ presento un dolor intenso en el ojo izquierdo, por un cáncer ocular que poco a poco fue acabando con su visión, pero no con los recuerdos que atormentaban su mente.
“Generalmente, se negaba a recibir atención médica, pero cuando gritaba del dolor que le ocasionaba este ojo, pedía unas gotas y se le suministraba. Cuando se complicaba, se remitía a un centro hospitalario, prácticamente que a la fuerza”, recalcó el funcionario.
Con este fallecimiento, se cierra otro capítulo para las familias de sus víctimas, sin embargo, son muchas las heridas que quedan abiertas, en especial para aquellos que sobrevivieron a la maldad de este hombre, que incluso estando en la cárcel era blanco de agresiones, por lo que tuvo que ser aislado de los demás reclusos.
De acuerdo con una fuente citada por El Tiempo, Garavito pesaba 70 kilos cuando ingresó a la cárcel, años después subió a 90, pero tras ser azotado quizás por la “justicia divina”, se redujo a 40 kilos, muestra de que el cáncer ya hacía estragos en su cuerpo.
”Dijo que había cambiado, que a algunas personas les pidió disculpas por sus acciones. Descargaba su alma escribiendo en varios cuadernos. Comentó que era un informe completo de su vida para que nadie repitiera sus acciones”, subrayó la fuente.
En ese sentido, ‘El monstruo de Génova’ antes de morir, tuvo una última súplica. Ser sepultado en Valledupar y que fuera el pastor evangélico que lo acompañó durante los últimos años, quien dirigiera sus oraciones de despedida.
En caso tal, de que alguien hiciera caso a su deseo, el confeso violador sería enterrado en el cementerio Jardines del Eccehomo o el Cementerio Central de Valledupar. No obstante, la última palabra la tiene la familia del fallecido violador, quien aún no se pronuncia sobre lo que harán con el cadáver.
Hasta el momento se conoció, que un sobrino del prisionero, con quien tuvo contacto permanente, tiene planeado cremar su cuerpo en Valledupar y luego llevarlas hasta Armenia, Quindío, su lugar de origen.
“Aunque esa fuera su última voluntad, se hace lo que finalmente determine la familia. El Inpec entregará el cuerpo a la familia, ellos pueden decidir qué hacer. Si deciden enterrarlo en Valledupar, la Alcaldía donará el cajón y será enterrado en alguno de los cementerios en los cuales tiene convenio con la Diócesis”, puntualizó la fuente.