Por L. C. Bermeo Gamboa, reportero de El País
El Parque Nacional Natural Los Farallones tiene un área de 196.364 hectáreas, es un corazón verde de aproximadamente 2 millones de metros cuadrados, con una biodiversidad única en Colombia, puesto que se ubica en la cordillera occidental, reuniendo ecosistemas de la región andina y pacífica. Cali, Jamundí, Buenaventura y Dagua comparten la reserva natural más grande de los vallecaucanos.
No obstante su gran extensión y riqueza, Los Farallones es uno de los territorios biodiversos menos explorados del país, la presencia de grupos armados y la explotación minera ilegal impidieron durante años que se hiciera un reconocimiento científico de sus especies de flora y fauna, tarea que los biólogos de Parques Nacionales, así como investigadores de universidades regionales, han venido adelantando entre los vaivenes de la paz y el conflicto colombiano.
Con el propósito de describir su exuberancia vegetal, un grupo de biólogos de Parques Nacionales de Colombia recorrió, durante tres años, diferentes zonas de Los Farallones y, entre bosques andinos, páramos y selvas tropicales, descubrieron 8 nuevas orquídeas de la especie lepanthes, que además fueron nombradas en honor de ocho colombianas destacadas en las ciencias y las humanidades.
La orquídea, en particular la especie nativa cattleya trianae, es la flor nacional de Colombia desde 1936, así mismo nuestro país conserva la mayor variedad de orquídeas en el mundo que, en la actualidad, supera las 3.800 especies. Y, entre las orquídeas colombianas, la especie lepanthes, es la segunda con mayor diversidad, con 377 clases reconocidas, a las que ahora se suman las 8 halladas en Los Farallones de Cali, un parque natural donde se han registrado 438 especies de orquídeas, es decir, el 10% del total en Colombia.
Obedeciendo a la tradición de otorgar antropónimos a los nuevos descubrimientos científicos, el grupo de biólogos de la Dirección Territorial Pacífico de Parques Nacionales, integrado por Juan Sebastián Moreno, Róbinson Galindo, Melisa Alegría Valencia, Mario Alexei Sierra, Danny Leandro Mora y Alejandro Zuluaga Tróchez, decidió que estas 8 especies de orquídeas recién descubiertas ingresen a la historia de la botánica con los nombres de mujeres que todos deberían conocer en Colombia, entre ellas: tres caleñas, dos bogotanas, una medellinense, una timbiquereña y una barranquillera.
Juan Sebastián Moreno, biólogo caleño que estuvo al frente de esta investigación, expresa que “dedicamos estas orquídeas a ocho mujeres importantes en Colombia, con la idea de resaltar su trabajo, porque en todas las áreas y sobre todo en la ciencia, hay gran disparidad de reconocimiento, y aunque obviamente en los últimos años esto ha ido cambiando, aún hay muchas mujeres valiosas que nosotros no conocemos, que por muchos factores permanecen en la sombra”.
Por lo tanto, el biólogo de Parques Nacionales, considera que “desde el lado de la ciencia, en la taxonomía que es donde se descubren especies y se dan nombres, más del 80 por ciento de los epónimos que se han puesto en la historia, son para reconocer a hombres. Quisimos iluminar sus historias enfatizando la importancia de los derechos y contribuciones de las mujeres en Colombia”.
Las caleñas
Una orquídea fue para Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial de la NASA y líder de la expedición Curiosity que envió un rover teledirigido al planeta Marte, cuya flor se llama Lepanthes dianatrujilloana.
Otra fue para la científica Nubia Muñoz Calero, patóloga caleña que ha liderado importantes investigaciones sobre el cáncer de cuello uterino y su relación con el virus del papiloma humano, fue postulada al Premio Nobel de Medicina en 2008. El epónimo de su orquídea es Lepanthes nubiamunozana.
Y, en honor de la guardabosques y líder ambiental Paola Alzate, quien ha trabajado por más de 14 años en la conservación de Los Farallones de Cali, se nombró la especie Lepanthes paolaalzateana.
Las bogotanas
Una de las orquídeas lleva el nombre de Diana Uribe, la historiadora y divulgadora bogotana, cuyo trabajo por más de 30 años en la radio ha formado a generaciones enteras de colombianos. En honor a su voz inconfundible, ahora se puede encontrar la Lepanthes dianauribeana.
También, a la escritora Laura Restrepo, la mujer más importante de la literatura colombiana, los biólogos dedicaron la Lepanthes laurarestrepoana.
Orquídea para Timbiquí
Para resaltar a una de las grandes cantoras del Pacífico, la maestra Nidia Góngora, lideresa caucana y fundadora del grupo musical Canalón de Timbiquí que fue nominado a los Grammys Latinos en 2019, los biólogos escogieron a una flor hallada en el Cerro Tokio de Los Farallones, de apenas 4 centímetros de largo y color amarillo pálido, que llamaron Lepanthes nidiagongorana.
Una flor para Barranquilla
La orquídea Lepanthes margaritamarinoana exalta a una pionera del ambientalismo en el país, la barranquillera Margarita Marino de Botero, quien participó en la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland) y la Comisión para la Educación del Siglo XXI de la UNESCO, ayudando a desarrollar el concepto de “desarrollo sostenible”.
En memoria de una ambientalista
Como una ofrenda floral a la memoria de Gloria Galeano Garcés, botánica antioqueña, investigadora y líder ambiental fallecida en 2016, exdirectora del Instituto de Ciencias Naturales de Colombia, se nombró una de las orquídeas como Lepanthes gloriagalenoana.
*Como apunta Juan Sebastián Moreno, también coautor del libro ‘Orquídeas de Farallones de Cali’ (2020), entre su gran diversidad, la especie lepanthes comparte unos rasgos comunes, “se caracterizan por tener flores muy pequeñas, menos de un centímetro de longitud y, por lo general, nacen por debajo de la hoja. La dificultad taxonómica radica en poderlas observar, hay que conocer el territorio y tener muy buen ojo, por eso casi nadie las estudia y creemos que habrían muchas más especies”.
Como apunta Juan Sebastián Moreno, también coautor del libro ‘Orquídeas de Farallones de Cali’ (2020), entre su gran diversidad, la especie lepanthes comparte unos rasgos comunes, “se caracterizan por tener flores muy pequeñas, menos de un centímetro de longitud y por lo general nacen por debajo de la hoja. La dificultad taxonómica radica en poderlas observar, hay que conocer el territorio y tener muy buen ojo, por eso casi nadie las estudia y creemos que habrían muchas más especies”.
Un estudio sobre las 8 nuevas especies de orquídeas lepanthes fue publicado el pasado 28 de diciembre en la revista Harvard Papers in Botany, por el momento, estas flores se consideran endémicas de los ecosistemas andino y tropical de Los Farallones.
Por eso, para el biólogo caleño, es fundamental que se continúe identificando la biodiversidad de este parque natural, “ya que genera un valor de conservación, teniendo en cuenta que son especies amenazadas. Entonces, al registrarlas creamos como una bandera de conservación para educar a la comunidad, buscar entidades que apoyen para crear reservas ambientales y estrategias para protegerlas, además esto sigue sumando y otorgándole a Colombia un primer lugar en diversidad de orquídeas”.
El biólogo concluye que los nombres de mujer otorgados a estas flores no solo son un pretexto bienintencionado, asegura que hay una equivalencia metafórica y existencial entre la forma en que las orquídeas luchan por sobrevivir en los ecosistemas y cómo las mujeres han logrado sobresalir en una sociedad represiva, “como nuestra biodiversidad prospera en medio de la adversidad y florece en diversos hábitats, las mujeres colombianas han mostrado un espíritu inquebrantable ante los desafíos”.